Todo comenzó unas horas antes de viajar a Mar del Plata. Los jugadores del plantel profesional del Club Atlético Colón desfilaban, felices, camino a cobrar una parte de los haberes correspondientes a noviembre. Y Romero, nada.
Siguió en las horas posteriores al viaje a Mar del Plata. El plantel profesional de Colón, feliz en la costa argentina; y Romero, nada. Sólo la bronca acumulada que incluía entrenamientos bajo el “soplete” santafesino, al margen de todos, con la única compañía de Martín Cardetti y los profes.
Y el tema llegó a un punto de ebullición: Miguel Ángel Sebastián Romero no seguirá en Colón. El carrilero por derecha le reclama a la entidad de barrio Centenario una deuda que se acerca al medio millón de pesos, en el orden de los haberes de noviembre, diciembre (según el cronograma de pagos del club, este último mes de 2008 aún no venció, con lo cual no se le adeuda, hasta tanto no exceda la fecha de prescripción, que sería el 25 del corriente), el aguinaldo y, lo más importante, un porcentaje del 50 por ciento del pase del futbolista, que adquirió Colón en su momento.
“La deuda existe. Es así”, dijo esta mañana un alto directivo de la institución rojinegra. Lo que más “engorda” ese débito es la parte impaga —el 34%, y tal monto asciende a 100.000 dólares— por el 50 por ciento de los derechos económicos de Romero.
¿Inhibición?
A pesar de que el jugador Romero, quien tiene como representante a Sergio Míguez, pretenda en un futuro inhibir a Colón si no se soluciona su situación económica, legalmente no está en condiciones de llevar a cabo esa acción.
Las inhibiciones sólo son ejecutables si lo que se adeuda son los haberes (sueldos) del futbolista. Pero no se puede realizar si el débito es por la compra del pase, para eso existen otros mecanismos. Ahora, si bien existe la deuda por el pago de la totalidad de noviembre, diciembre (que no venció) y el aguinaldo, la comisión directiva ya acordó de palabra con el plantel profesional que, al llegar de Mar del Plata, se le abonará lo restante de noviembre, todo diciembre, más el aguinaldo correspondiente. Por supuesto que, si no le pagan el sueldo, allí sí podrá gestionar la inhibición.
De todas maneras, Colón no quiere llegar al extremo de la situación y tratar de arribar a un acuerdo con Romero para que no suceda ningún imprevisto en las próximas horas. Por lo tanto, ya se contestó la carta de intimación que lleva la firma del futbolista, asesorado por Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), con el fin de darle una solución en las horas venideras.
Según supo El Litoral, la dirigencia sabalera podría cancelar la deuda existente con Romero mediante la rescisión total del vínculo contractual, lo que dejaría al “Rulo” con el pase en su poder para buscar así el destino que él considere más conveniente.
La realidad indica que el jugador no seguirá en Colón. Es más, Romero, quien nació en Florida, está en Buenos Aires a la espera de una definición. La entidad rojinegra debe afrontar esta deuda para que no se llegue a ninguna acción legal en su contra.
Se enojaron
Desde el seno de la comisión directiva de Colón, aseguran que esta situación llegó a tal límite, a partir del manejo que hizo el representante de Sebastián Romero.
Según un alto directivo sabalero, Sergio Míguez les pidió a los dirigentes que el volante se entrenara en Buenos Aires por una posible transferencia a un club de allí. Sin embargo, al parecer el viaje tenía como destino la sede de Futbolistas Agremiados, donde se asesoraron con respecto a la deuda que existe con el jugador. Luego vino la carta de intimación y todo el desarrollo de un conflicto que, posiblemente, deje a Romero con el pase en su poder, como medio de cancelación de lo que le adeuda Colón.






