Esta postal de Ariel Ramírez sentado en el medio de la platea techada en el 15 de Abril se repetía cada vez que el tiempo y la agenda se lo permitían, porque el maestro era fanático tatengue desde siempre. Junto con Amílcar Brusa, Miguel del Sel, Carlitos Delfino y tantos otros se transformó en embajador rojiblanco, cada vez que en toda entrevista —como a cualquier argentino exitoso— le preguntaban si le gustaba el fútbol. “Me gusta y soy hincha de Unión de Santa Fe, el equipo de mi tierra”, decía orgulloso.
De Santa Fe, y de Unión
La Misa Tatengue
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