En un mercado donde los dirigentes de Unión se mueven con mucha cautela y bajo un total hermetismo, trascendió que el paraguayo Víctor Marcelino Aquino Romero (nacido en Asunción del Paraguay el 26 de noviembre de 1985) era el “9” que venían siguiendo desde el comando tatengue, pero finalmente este goleador de Nacional de Paraguay desembarcó en Newell’s Old Boys de Rosario y firmó ayer por cuatro años con la entidad del Parque Independencia.
De todos modos, rápidamente, aparecen nombres de jugadores de ataque, más allá que en la plantilla de Frank Darío Kudelka ya renovó el flaco Matías Quiroga y llegó como refuerzo el uruguayo —ex Godoy Cruz— Fabricio Núñez.
El nombre que saltó a la luz como ofrecido es el de Hernán Barcos, un punta nacido nada más y nada menos que en Bell Ville en la provincia de Córdoba, cuna del gran “Matador” del fútbol argentino: Mario Alberto Kempes.
Con 27 años, Barcos viene de completar una temporada en la Liga de Quito de Ecuador, después de haberse iniciado en Racing Club de Avellaneda en el 2003 y de haber jugado en Huracán de Parque Patricios en el 2008.
Este punta acercado a Unión realizó una gran parte de su trayectoria en el exterior: Guaraní de Paraguay en el 2005-2006, Centro Deportivo Olmedo de Ecuador en 2006-2007, Estrella Roja de Belgrado en la 2007-2008.
Luego de la experiencia en Parque Patricios en el 2008 y antes del reciente paso por la Liga Deportiva de Quito, Hernán Barcos pasó durante dos temporadas en el fútbol de China.
Los sitios donde aparece la ficha de Barcos lo definen como un delantero interesante: “El 2010 en Liga de Quito ha sido su mejor año, es el segundo máximo goleador del Campeonato Ecuatoriano de Fútbol 2010, ha metido goles en todas las competiciones internacionales de Liga en ese año: Copa Suruga Bank 2010, Recopa Sudamericana 2010 y Copa Sudamericana 2010. Ultimamente, se le cerró el arco pero es un punta de nivel”.
Ahora, al “soplarle” Newell’s al mencionado delantero paraguayo, aparece el nombre de Hernán Barcos y se reflota la posibilidad de Cristian Núñez, el “Gordo” al que Kudelka agrandó en Boca Unidos de Corrientes, que pasó por Newell’s Old Boys de Rosario y que volvió al equipo litoraleño.
Otro de los contactos realizados fue con Juan Pablo Pereyra, el delantero que sorprendió a todos con la camiseta de Atlético Tucumán con sus casi dos metros y pasó a Estudiantes de La Plata, donde no pudo demostrar sus condiciones.
Pereyra es del gusto del comando técnico que encabeza Kudelka, pero la negociación —después del primer contacto— ingresó en un impasse, a tal punto que el representante no atendió el teléfono durante todo el fin de semana.
Bologna y Sarmiento
Dos futbolistas con los cuales los dirigentes de Unión acordaron su vinculación de palabra son esperados por estas horas en Santa Fe. Se trata del arquero Enrique Bologna y del volante Marcelo Sarmiento.
En el caso del golero, estaba vinculado a Banfield y llegará para discutir con Limia quién será el “1” de Unión. En cuanto al mediocampista, después de varios años en Grecia, dio el visto bueno para volver al fútbol argentino con la camiseta rojibanca en Primera División.
Hay que recordar que tanto el uruguayo Fabricio Núñez (juega de delantero, viene de Godoy Cruz) como el peruano Ronald Quinteros (volante, viene de San Martín de Porres) ya están entrenando con el plantel de Frank Darío Kudelka.
Los amistosos
En cuanto a la agenda de los partidos preparatorios, Unión tiene cuatro juegos confirmados. El arranque será este mismo miércoles cuando mida fuerzas con Atlético Rafaela, el equipo del “Cabezón” Carlos Trullet, recientemente ascendido a la “A”.
Después del primer partido en casa (¿Casasol?), la delegación rojiblanca se trasladará a Buenos Aires, estando previsto el primer juego este mismo sábado 23 contra Estudiantes en La Plata.
Los otros dos rivales serán Arsenal de Sarandí y Tigre, 26 y 29 de julio respectivamente. Incluso el juego en Victoria se desarrollará a primera hora, para que el plantel pueda volver a Santa Fe y estar presentes por la noche en la cena del festejo del ascenso en el Malvicino.






