No hay dos sin tres para Unión: vuelve a buscar un golero uruguayo
Renzo Bacchia, con 26 años, es una de las revelaciones del fútbol charrúa: fue elegido mejor arquero del campeonato uruguayo. "Unión se comunicó con mis representantes", reconoció.
El currículum del arquero charrúa Renzo Bacchia Rodríguez cuenta con orgullo que se formó en Peñarol, River Plate argentino, Independiente e Inter de Milán, cuatro grandes de tres países diferentes. Llegó a préstamo a Cerro Largo y pasó a Racing de Montevideo. Además, fue convocado a todas las selecciones juveniles de Uruguay. Como no hay dos sin tres, Unión vuelve a buscar arquero del otro lado del Río de la Plata: primero Mele, después Cardozo y ahora Bacchia.
Hace apneas algunas horas, el mismo arquero reconoció el contacto de Unión por LT10: "La verdad es muy por arriba lo que sé yo. Mis representantes, y también mi papá que me maneja junto a ellos, están llevando adelante la posibilidad. Obviamente muy contento si es que es así, así que a la dulce espera. Creo que se comunicaron con mis representantes. Además, los uruguayos han tenido un buen pasado en Unión. También lo de Thiago (Cardozo), así que seguramente venga por ese lado", dijo el hoy golero de Racing.
La ficha de Bacchia pertenece a Racing de Montevideo, club con el que todavía tiene un año más de contrato, pese a haber jugado el último torneo cedido en Cerro. Sin embargo, no ve trabas para una negociación: "Creo que no. Las dos partes van a estar de acuerdo. Me queda un año de contrato, pero Racing no va a tener ningún problema", dijo por LT 10.
"Soy un arquero de la escuela uruguaya, eso es lo primordial. Me gusta jugar con los pies, tengo juego largo tanto con las manos como con los pies, salgo en los centros y, bueno, atajar las que van adentro", avisa del otro lado del Río de La Plata.
Renzo Bacchia jugó tres partidos con Independiente en Argentina.
Fue en el rojo de Avellaneda donde debutó en Primera. Ariel Holan lo llevó al banco por primera vez en 2018 y también lo convocó en el plantel que conquistó la Suruga Bank de esa temporada. Eduardo Domínguez le confió la titularidad en 2022 en los partidos ante Vélez Sarsfield, Godoy Cruz y Boca Juniors. Los tres juegos terminaron en empates.
"A Unión la conozco muy bien. A Thiago también, así que podría preguntarle por el club sin problema", dijo. Del mismo modo, habló de Leo Madelón: "Sé que es un gran técnico, más que nada por mi pasado en Independiente. La verdad, estaría muy bueno volver al fútbol argentino. Me gustaría mucho", cerró el golero.
Su historia es muy especial. "Cuando arranqué el baby fútbol empecé de volante, en el Juana de América". Bacchia era del barrio, allá por Bella Italia, en el kilómetro 12 de la ruta 8. El entrenador, que era conocido de la familia, se sorprendió cuando el chiquilín le pidió ir al arco. Pero como no había golero fijo y los gurises se iban turnando en el puesto, le dio los guantes. Ahí Bacchia encontró su lugar en el mundo. En ese puesto solitario, peligroso pero al mismo tiempo clave.
Primero fue Mele. La llegada de Santiago Mele generó expectativas que se cumplieron y con creces. Una pena porque Unión no lo pudo comprar y no pudo hacer el gran negocio. Crédito: Pablo Aguirre
"¡Qué recuerdos el baby! La mayoría de las veces me llevaba mi abuelo Ricardo, en bicicleta. A mi madre también le tocó muchas veces llevarme en bici". De ahí recuerda haber enfrentado a Emiliano Ancheta. En Ombú fue compañero de Denis Olivera, en el Siete Estrellas jugó con Facundo Batista y en AUFI de Danubio estuvo con Bruno Méndez.
"Peñarol me formó como golero. Tuve a Óscar Ferro y a Hugo Quevedo que fueron claves. También a Walter Corbo. Salí tres veces campeón con la generación 1998. En Sexta y en sub 16 con el Chueco Perdomo, y en Quinta con Ramiro Martínez. Compartía el puesto con Iván Cartés (el nieto de Luis Maidana)".
Cuando estaba en Séptima, Bacchia hizo un año en las formativas de River argentino. Por entonces, su representante era Daniel Fonseca quien le consiguió una prueba en Boca Juniors y otra en River. Impresionó bien en ambos clubes y los dos le abrieron las puertas para jugar. Eligió al millonario porque le gustó más el entorno y las condiciones.
Después...Thiago Cardozo. Al irse Mele, el Tate volvió a mirar del otro lado del Río de La Plata: Thiago llegó y rindió. Se fue a préstamo a Belgrano por 130.000 dólares y su pase cuesta más de un palo verde si el "Pirata" lo quiere comprar. Foto: Manuel Fabatía
"Estuve un año en la pensión de River, en el Monumental. Tenía 13 años, pero como no tenía documentación para atajar en AFA, atajé en la liga. Me volví para estar cerca de la selección y opté por seguir en Peñarol. Fue una experiencia de vida que me ayudó a crecer muchísimo, como golero y como persona".
En River compartió plantel con Mateo Retegui, actualmente en Tigre y la selección de Italia, Franco Paredes, que está en Racing, en Uruguay, y Federico Girotti, centrodelantero de Talleres de Córdoba. Bacchia defendió el arco de las juveniles de Uruguay en 37 partidos. Atajó en el Sudamericano sub 15 de Bolivia 2013, en el sub 17 de Asunción 2015 y en el sub 20 de Chile 2019 (en el Mundial de Polonia fue suplente de Franco Israel).
En el Sudamericano sub 20 comenzó con el nombre de Renzo Rodríguez y terminó con el de Renzo Bacchia. "Eso fue porque mi padre biológico me reconoció. Antes tenía los dos apellidos de mi madre, Rodríguez Clavijo y desde 2019 tengo los apellidos de mi padre y mi madre. Ya tenía relación con mi padre biológico, solo fue el trámite del cambio de nombre con las partidas".
Luego del Sudamericano Sub 17, Fonseca lo colocó en Inter de Milán. "Vivía con Nicolás y Matías que hace poco me los crucé en Wanderers. Vivimos momentos inolvidables. Practicaba con el equipo Primavera y atajaba en la sub 19. A los seis meses me salió la posibilidad de ir a Novara, a la Serie B, donde también estuve en el equipo Primavera".
Cuando estaba en la reserva hizo dos goles de penal. "En las prácticas entrenaba mucho los tiros libres y los penales. El entrenador era el Negro Marcelo Gómez, campeón de la Libertadores con Vélez, que me tenía mucha confianza. En un partido ante River Plate, el partido estaba 0-0 y en los días previos, practicando penales había andado muy bien. Estaba Alan Velazco, pero como era más chico y yo el capitán sentí que tenía que asumir yo la responsabilidad porque si él lo erraba le podía pesar. El golero era Franco Petroli a quien conocía de mi pasaje por River. Por suerte fue gol y ganamos 1 a 0. Después le hice uno a Gimnasia y Esgrima La Plata y empatamos 2-2", recordó.
Rápidamente fue promovido al primer equipo donde le tocó compartir entrenamientos con sus compatriotas Martín Campaña y Sebastián Sosa. "Sentí un apoyo enorme de toda la gente de Independiente en los partidos que me tocó atajar". Bacchia se declara admirador de Fernando Muslera: "Siempre lo seguí, me gusta su técnica, su pegada, su porte y desde chico intentaba copiarle cosas. También aprendí mucho al lado de Campaña y Sosa".