Dos retornos, una duda y otra vez Erramuspe a la zaga

El Litoral

No son muchos los indicios que ha dado Pablo Marini. Trabajó con una defensa que, en apariencia, será la titular en el clásico del domingo, con la vuelta de Brítez y la de Nahuel Zárate, pasando otra vez Erramuspe a ocupar la zaga central. A partir de allí, la reiteración del esquema que usó en el debut ante Rafaela (4-1-4-1) y la duda sobre la presencia o no de Manuel De Iriondo, otro de los que está en condiciones de volver.
Nereo Fernández será el arquero, mientras que Brítez, Erramuspe, Leonardo Sánchez y Nahuel Zárate, serán los ocupantes del sector defensivo. Hasta allí, todo parece más que claro. Pero del medio hacia arriba no se puede confirmar nada, al menos por ahora.

El volante de contención que utilizó en el primer entrenamiento de fútbol, fue Nelson Acevedo, coincidente con la posición y función que le dio en el Monumental de barrio Alberdi el sábado pasado. Delante de él, los mismos jugadores que jugaron con Rafaela, con Gamba por derecha, Cejas por izquierda, la dupla de volantes internos delante de Acevedo (Villar-Rivero) y Soldano como centrodelantero.

¿Será éste el equipo?, aún no se puede confirmar. Nereo Fernández; Brítez, Erramuspe, Sánchez y Zárate; De Iriondo o Acevedo; Gamba, Villar, Rivero, Cejas; Soldano, es una posibilidad, con la duda respecto del volante central.

Por otro lado, es posible que Marini pruebe algún retoque sobre el costado izquierdo de ese poblado mediocampo. Cejas tuvo mucha tendencia a volcarse hacia adentro. En el caso de que busque a alguien que juegue más por la punta, por su característica de perfil zurdo, lo ideal sería que juegue Godoy. Pero también el nombre de Vadalá está dando vueltas por la cabeza del entrenador rojiblanco.

Por lo pronto, se deduce que no habrá un cambio de idea respecto de lo que Marini mostró como carta de presentación en el debut con paso en falso. No sólo desde lo táctico, sino que también en la pretensión de tratar de tener buen manejo de pelota en el mediocampo.

A favor del técnico, es que pudo tener una semana tranquila respecto de la recuperación de los lesionados y de los jugadores suspendidos. Están todos disponibles, salvo el caso de Bruno Pittón, que todavía se está recuperando de la lesión que sufrió en el encuentro ante Defensa y Justicia. Por eso, tendrá la ocasión de poner en cancha lo mejor que tiene o lo que él considera que es lo apropiado para este partido que el mismo Marini declaró como trascendente.

El plantel va a concentrar este viernes en Paraná y está previsto que el domingo, entre las 11 y las 11.30, inicie el camino hacia el Brigadier López.

El inflador anímico

Por Enrique Cruz (h)

El “Cholo” Simeone se destacó por ser un jugador temperamental. Y como técnico, sabe transmitir aquello que fue un atributo muy suyo. Antes del partido con el Real, dijo: “Si yo tengo que trabajar en lo anímico de mis jugadores, directamente me voy”, como dejando entender que la motivación ya venía explícita, más allá del 0-3 que arrastraba del partido de ida.

Está bien. Se puede entender por la importancia del partido en sí, porque se trataba de una final (por más que sea en instancia de semi) y había que jugarse por entero. Era un caso de motivación implícita.

¿Por qué esta referencia de Simeone?, porque estoy convencido de que lo motivacional es fundamental en el fútbol. Para bien y para mal. La cabeza es clave en un deporte de tanta competitividad y presiones. Unión la tuvo bien durante gran parte de la era Madelón y en el primer segmento del ciclo de Juampi Pumpido. Empezó a fallar —tanto como lo futbolístico— desde que se perdió el clásico. Y eso es algo, además de lo técnico, táctico y estratégico, sobre lo que Marini tendrá que trabajar. Y mucho.

Es el famoso “inflador anímico” del que tanto hablaba y referenciaba “el Bambino” Veira, un técnico acostumbrado a trabajar sobre el ánimo de los jugadores. Alguna vez, reporteándolo a él cuando fue técnico de San Lorenzo en la década del 80, le pregunté por Nelson Pumpido, el hermano de Nery, que era marcador central de aquel equipo. “¿Nelson?... Es Passarella”, contestó y a su estilo. No sé si en el fondo lo creía, pero lo decía y se lo transmitía al jugador.