“Estaba parada en la planta baja, y se desprendió un pedazo grande de cielorraso. Cayó a unos pocos centímetros de mí. Salvé la cabeza por poco”, dijo con amargura Alejandra, docente de la escuela N° 76 Camila C. de Ballarini. El relato grafica la delicada situación edilicia por la que atraviesa el edificio escolar, emplazado entre los barrios Cabal, La Loma y Escarafía, al norte de la ciudad.
Desde el viernes y hasta hoy inclusive las clases estaban suspendidas preventivamente por el estado de los cielorrasos. El Ministerio de Educación dispuso que las actividades escolares se reanuden igualmente desde mañana -en la planta baja de la institución-, para que no se sigan perdiendo días. Y que se sugirió que busque un local provisorio para llevar algunos grados, hasta tanto se solucione el problema. A la escuela asisten poco más de 500 alumnos, la mayoría de ellos de extracción humilde.
El Litoral visitó la institución. Por sus pasillos vacíos se respira el olor a paredes húmedas; se ven enormes manchas y huecos en los cielorrasos, pues el agua de la últimas lluvias se acumuló en los techos y se filtró como sin nada, sin mediar impermeabilización alguna.
Además, se registran problemas en los cimientos -en algunos sectores, los zócalos del piso parecen haberse levantado- y rajaduras en paredes y mamposterías. Los pabellones sanitarios del primer piso están clausurados desde hace varios meses.
“No es un edificio viejo -fue construido en los años 70-, pero la falta de mantenimiento está haciendo estragos”, dijo la directora a cargo de la institución, Graciela Eberhardt, con un aire de desconsuelo. “La situación edilicia se va agravando con el paso del tiempo. Hasta ahora se han realizado soluciones transitorias, ‘parches’ para salir del paso. Pero aquí lo que haría falta es un plan de trabajo integral”, opinó.
Las soluciones
“La escuela Ballarini está en muy mal estado, eso lo sabemos. Necesita trabajos en todos los sectores. Pero de momento atenderemos la emergencia: se repararán aquellos lugares puntuales de las cubiertas (techo) por donde pasa el agua. Esto se hará en breve, para que la escuela se normalice”, expresó a El Litoral Alejandro De Stéfano, director provincial de Infraestructura y Equipamiento Escolar.
“Luego, se encarará un trabajo de impermeabilización integral -dijo el funcionario-. Sólo para arreglar los techos hay un presupuesto de 130 mil pesos. Es un trabajo complejo, que llevará cerca de un mes. Pero lo inmediato es lograr que deje de filtrarse el agua”. De Stéfano aseguró que “se tratará de realizar un trabajo progresivo de reparación” en esa escuela.
Medida preventiva ante el riesgo de desprendimientos
La Ballarini, sin clases por caída del cielorraso
Desde el viernes se suspendieron las clases en esa institución educativa: en el edificio se está cayendo el cielorraso producto de filtraciones de agua. Las actividades se retomarían este martes, en la planta baja del establecimiento y en otro local provisorio.
#TEMAS:
