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Lo indica una norma que aprobó el Concejo en octubre, similar a la Ley Nacional, y que estará vigente a partir de mayo. La provincia de Santa Fe, en cambio, adhiere con reservas.

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A partir de ahora, los menores de 10 años deberán viajar en el asiento trasero de los autos y utilizar un sistema o dispositivo de retención infantil S.R.I. Lo establece un decreto nacional que se publicó hace 15 días en el Boletín Oficial y que reemplaza, actualiza y reglamenta varios artículos de la ley 24.449. El argumento es que era necesario solucionar “vacíos normativos” desde el último decreto reglamentario de 1995.
Esta norma es similar a la que sancionó el Concejo Municipal en octubre pasado, en la que se establece que deben utilizarlas los menores de 10 años y de menos de un metro y medio de estatura. En el automóvil, se tiene que instalar correctamente un dispositivo homologado y de acuerdo con el peso, talla y la edad de cada chico.
Esta medida comenzará a regir a partir del mes de mayo, previo a la campaña de concientización. Deberán promover el uso de los asientos orientados hacia atrás, incluidos los menores de tres años y permitir el uso de los boosters —butacas— solo para los chicos de más de 22 kilos y 1,25 metros.
Respecto a las normas sobre “sillitas”, desde la Agencia Provincial de Seguridad Vial de Santa Fe sostienen que la nueva modificación nacional “no hace mención de características específicas y fundamentales como la talla y el peso del niño”. El Litoral dialogó con el director Provincial de Formación y Divulgación de la Agencia Provincial de Seguridad Vial, Sebastián Kelman, quien explicó que la provincia adhiere a la ley nacional pero con reservas. “Tenemos algunos puntos que deferimos”, dijo.
Los cuidás en la plaza, en la playa y en la calle. Cuidalos también en el auto. Usá siempre la sillita y recordá que tiene fecha de vencimiento. pic.twitter.com/NfCDsNqMmQ — Seguridad Vial (@InfoSegVial) 24 de enero de 2018
“Nosotros ponemos especial foco en que los menores de 10 años tienen que ir en el asiento trasero, correctamente sujetados y los menores de cuatro años deberán ir con el sistema de retención infantil. Establecimos esto porque nos encontramos con casos donde la contextura física del niño no corresponde con la edad. Lo que va a determinar si el chico tiene que ir o no sujetado con sistema de retención es su peso y talla”, insistió Kelman.
Concientización vial
En la Argentina, las lesiones ocasionadas por el tránsito, son la principal causa de muerte y discapacidad entre los 5 y 35 años de edad. Los números relevados por distintas organizaciones dedicadas a la concientización vial hablan de más de siete mil muertos por año en el país. La asociación Luchemos por la Vida precisó la suma en 7.213 fallecidos durante 2017, lo que implica la cifra de 20 muertes diarias y 600 mensuales en las rutas nacionales, donde un 6 % tenía menos de nueve años.
Por su parte, la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) (https://www.fia.com/fia-action-road-safety) reveló que en el 90 % de los casos las sillas están mal instaladas, porque no se siguieron las indicaciones del manual, un vendedor recomendó una opción que no va con la etapa de desarrollo del bebé o el chico, o no se tuvieron en cuenta las características del auto.
Este detalle es importante, aunque en un eventual accidente, la medida de seguridad puede ser contraproducente si la contextura física del menor excede los parámetros de contención que ofrece el dispositivo. En este sentido, la resolución aclara que “los menores de diez años deben viajar sujetos al asiento trasero, con el S.R.I homologado al efecto, en relación a su peso y tamaño”.
Muestreo en Santa Fe
El Dr. Lucas Navarro, miembro de la Sociedad Argentina de Pediatría ( Filial Santa Fe, MP 4133), indicó que menos del 50% de los niños entre 1 y 4 años utilizan SRI. “Con su correcto uso e instalación, está demostrado que reducen un 70% las muertes de lactantes y entre un 54% y un 80% las de niños pequeños”, advirtió el especialista.
Según un informe de la Sociedad Argentina de Pediatría —que sirve para ilustrar esta situación— en la ciudad de Santa Fe se realizaron dos puntos de chequeo de sillitas. Los resultados mostraron que el 100% de las mismas estaban sujetadas con los cinturones de seguridad de los automóviles, por no contar éstos con un sistema de anclaje del tipo ISOFIX o LATCH. Esta muestra, determinó que el 90% de estos dispositivos estaban mal sujetados, se movían ampliamente, lo cual ante una colisión, no cumplen su función de proteger eficientemente al niño trasladado.
El profesional comparó la meningitis con los accidentes de tránsito. “Cuando hay un caso de meningitis, todos se aterrorizan y salen corriendo a comprar vacunas. Sin embargo, cuando hay accidentes de tránsito nadie sale a comprar sillitas. Las sillas son las vacunas para prevenir accidentes de tránsito”, concluyó el médico pediatra.

El mercado de sillas
Una silla de seguridad cuesta, en promedio, entre 2.300 y 5.000 pesos. Suelen estar homologadas de acuerdo con la norma europea (una calcomanía naranja con la inscripción ‘SR44‘), estadounidense (‘FMVSS213‘) o brasileña, del Instituto Nacional de Metrología, Calidad y Tecnología.
El mercado de sillas de este tipo es muy amplio y diverso. El gerente de una tienda de artículos para bebés aconsejó que “a mayor inversión que se haga en el artefacto de retención infantil, mayor será la seguridad del niño porque contará con más elementos para responder en el caso de un impacto”.
Hay modelos diferentes para cada edad y peso. Los primeros quince meses se utiliza el conocido como ‘huevito’, que puede costar hasta 6.000 pesos. Después se pasa a la ‘butaca‘, que se usa hasta los cuatro años, siempre que el peso no supere los 18 kilos, y puede costar hasta 15.000 pesos. Luego sigue el llamado ‘elevador con respaldo‘, para niños entre 4 y 6 años, y con un tope de 25 kilos. Esto ya permite al chico usar cinturón de seguridad. Cuesta hasta 12.500 pesos. Y finalmente, el ‘booster’ para los más grandes tiene un costo de 2.300 pesos.