Luis Amsler | [email protected]
El domingo se realizó el almuerzo aniversario de la institución en la costanera santotomesina, con la participación del gobernador Lifschitz, la intendente Qüesta y el diputado “Palo” Oliver, entre otros funcionarios y autoridades.
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Con un almuerzo aniversario, el último domingo se celebraron los 80 años del club de pesca El Julepe de Santo Tomé, que se fundó el 18 de julio de 1938 a la orilla del Salado. Del evento participó el gobernador Miguel Lifschitz, la intendente santotomesina Daniela Qüesta, los diputados provinciales Fabián Palo Oliver y Clara García y directivos del club, entre otras autoridades, funcionarios y socios del club.
“He venido muchas veces a Santo Tomé a inaugurar obras y a presentar proyectos. Y ésta es una manera distinta para mí de conocer una parte de la ciudad: una de sus instituciones más prestigiosas que con el esfuerzo y el compromiso de la gente se pudo levantar”, destacó el gobernador. En el marco de este aniversario, durante el fin de semana se realizaron dos torneos de pesca.
En la actualidad, el club, que es conducido por Domingo Barú y Mario Balza, se destaca en la costanera santotomesina por su pintoresca estructura (pintada de verde y decorada con un mural realizado por el artista local Carlos Hiller, que muestra una escena habitual del río Salado en su pared sur) y tiene una rica histórica, que a veces estuvo marcada por la tragedia. Como si fuera una bofetada del destino, el lugar sufrió dos incendios que devoraron las instalaciones, uno en 1987 y otro en 2005. El fuego destruyó prácticamente todo y debieron levantarla de cero en cada ocasión. Sin embargo, el amor que los vecinos de Santo Tomé tienen por la institución, logró que el club resurja de las cenizas y cobre cada vez más fuerza tras superar estas adversidades.
Un rol clave en la ciudad
El club El Julepe realiza un gran aporte para Santo Tomé, puesto que sus periódicas actividades generan un importante movimiento turístico. Además de capacitar a los más pequeños en todos los secretos de la pesca a través de la escuelita —que funciona allí desde 1962—, la institución organiza torneos a los que asisten amantes de la disciplina de nuestra provincia y de otras como Entre Ríos y Córdoba. Un ejemplo de esto es la competencia de 12 horas de pesca nocturna en pareja que habitualmente realiza en enero, la que convoca a un importante número de profesionales de la caña y el anzuelo que buscan capturar piezas desde la costa.
Además, a lo largo del año reciben a numerosas delegaciones —de entre 70 y 80 personas cada una— provenientes de Córdoba que vienen a participar de las actividades organizadas por El Julepe. Estos colegas de la disciplina habitualmente residen en los hospedajes dispuestos en Santo Tomé y Sauce Viejo, y hasta muchos de ellos traen sus carpas para instalarse en el camping santotomesino. “Bajan de los colectivos bien temprano, les preparamos el desayuno y después se ponen a pescar; les organizamos el torneo, se lo fiscalizamos, terminan la actividad, almorzamos, hacemos la entrega de premios, se suben al colectivo y se retiran, todo muy cómodo y con la camaradería propia de la pesca”, comentó Mario Balza.
A la vez, todos los meses coordinan torneos libres internos para los más chicos, especialmente para quienes asisten a la escuelita de pesca. Por otro lado, el equipo de pesca de El Julepe suele participar de las competencias organizadas en la provincia, en representación de la entidad y de Santo Tomé.
Una historia atravesada por la pasión por la pesca
El club nace a raíz del interés de un grupo de muchachos cuya curiosidad por la actividad los fue acercando a las costas de Santo Tomé hace más de 80 años. Roberto Cervera, Agustín Sarla, los hermanos Horacio y Marcelo Rosas, Julio “Pichuco” Chemes, Bebé Rosas y Coco Rodríguez, entre otros, se hicieron amigos de Daniel, un pescador local que tenía su rancho al lado del río.
Esta pasión los llevó a que de manera diaria se reúnan —mate por medio— a disfrutar de las bondades del Salado. Un día, Daniel les contó que se despediría de la localidad para tomar rumbo hacia el delta bonaerense, lo que llevó a que venda las chapas del techo del lugar a Chemes, quien era propietario del viejo almacén que existía en las inmediaciones de las calles Iriondo y Sarmiento. El precio que se pagó por el material fue de unos 50 pesos de la época.
Con el tiempo, ese grupo de amigos fue creciendo y decidieron transformar el lugar en un centro de caza y pesca, hecho que sucedió en 1938. Sin embargo, el progreso imponía más obligaciones y en 1940, la entidad se transformó en un club náutico con personería jurídica provincial. Su primer presidente fue Urbano Crespo. Aparte de la caza y la pesca, sus actividades también comprendían las regatas con canoa, remo y pala.
El dato de color es que el club nació en el mismo momento en que se empezó a construir el Puente Carretero, en una época donde la conexión con Santa Fe se efectuaba a través del antiguo puente levadizo. En sus albores, la institución se llamaba Santo Tomé, hasta que en 1962 pasó a denominarse Club Náutico Caza y Pesca El Julepe.
Según la tradición oral, el origen del nombre surge por un episodio muy particular, casi cómico. Resulta que en el terreno donde está emplazada la entidad, antes había un paraíso bien cerca del río. Un buen día, algunos muchachos estaban pescando arriba del árbol hasta que de repente el ejemplar sucumbió y cayó al agua. “Flor de julepe se pegaron”, comentó entre risas Barú.
El proyecto del muelle
La entidad tiene previsto avanzar con la construcción de un muelle flotante que se ubicará en la costa del río. El atracadero apunta a brindar un lugar seguro para que las personas que deseen ir a dar un paseo por el río, tengan un lugar fijo y seguro donde esperar las embarcaciones. En la actualidad, los botes tiene muy pocos puntos fijos para descender en Santo Tomé (uno de ellos es el Club Náutico Santo Tomé, situado en el extremos sur de la ciudad y el otro es la playa del balneario municipal).