Los empleados del Jockey Club de Santa Fe -nucleados en la Unión de Trabajadores del Turf y Afines (Utta)- realizaron esta mañana un corte en Blas Parera y Gorostiaga para expresar el malestar debido a una deuda salarial acumulada, que significa, “según los niveles de remuneración, entre tres y cuatro meses de atraso”, explicó el tesorero de la citada entidad gremial, Luis Leguiza.
El dirigente, en diálogo con El Litoral, sostuvo que “estamos cansados de la indolencia de la dirigencia del club y cómo nos afecta a los trabajadores y sus familias. Entendemos que el trabajo es un recurso indispensable para las personas, pero, en este caso, se ha convertido en esclavitud. Por eso este corte y con él queremos que los dirigentes se acerquen a dialogar, pero que, fundamentalmente, paguen los sueldos”.
En otro tramo del diálogo, Leguiza sostuvo que “queremos dejar en claro que los trabajadores tenemos propuestas y hemos acercado ideas para salvar al club, trajimos inversores para revertir la situación; pero resulta que los dirigentes piden más de lo que están en condiciones de exigir, porque hace tiempo que estamos en malas condiciones”.
El dirigente de Utta señaló que se encuentran “afectados unos 90 trabajadores que están en relación de dependencia con el Jockey Club, pero hay que entender que de manera indirecta hay muchísimas más familias que se resienten, entre cuidadores, domadores, veterinarios, jockey y herreros, aparte de otros. Desde hace meses se distribuyen los ingresos los martes -cuando queda ganancia- y entonces la gente puede cobrar algunos pesos. Pero el saldo que se viene acumulando ya implica tres o cuatro meses de atrasos”, señaló Leguiza.
Finalmente, señaló que “somos conscientes de la realidad por la que atraviesa el club y, sin dudas, somos los trabajadores quienes hemos hecho hasta el momento el mayor esfuerzo para sostenerlo. Pero hay que entender que somos seres humanos, de carne y hueso y con nuestras necesidades: no somos virtuales”, concluyó Leguiza.






