El INA le respondió al municipio por los errores en los pronósticos

Colastiné Sur. Junto a la defensa hay filtraciones que complican a algunas familias. Los pobladores levantaron ranchos en el terraplén para esperar que el agua baje. Aquí, el municipio evacuó a 11 familias en módulos habitacionales. Foto: Mauricio Garín

Gastón Neffen

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La polémica por los errores en las proyecciones de crecida del INA sumó un nuevo capítulo. Dora Goniadzki, directora de Sistemas de Información y Alerta Hidrológico del INA, le envió ayer una nota al municipio en la que explicó cómo se elaboran los pronósticos. También reconoció que hubo dificultades para analizar la evolución de la onda de crecida en el tramo aguas abajo de la ciudad de La Paz (en Entre Ríos).

“Lamentamos no haber podido dar mayor exactitud en cuanto a fechas precisas para la toma de decisiones del municipio, aunque se destaca nuevamente que desde mediados de junio alertamos con respecto a los valores de nivel significativos (6,20 metros) que podría alcanzar el río y de la necesidad de atender problemas urgentes como los de evacuación de hacienda de islas”, planteó Goniadzki.

Ayer, Carlos Pereira, secretario general del municipio, le adelantó a El Litoral que una vez pasada la emergencia, el municipio solicitará una instancia de discusión seria con los técnicos del INA para ver cómo se pueden mejorar los pronósticos, ya que una proyección más ajustada le hubiera permitido al municipio prepararse mejor para enfrentar el pico de la crecida. En la misma línea se manifestaron funcionarios de Protección Civil del gobierno provincial.

En la nota, que también recibió El Litoral, la técnica del INA explicó que el Sistema de Alerta Hidrológico de la Cuenca del Plata (Siyha) no es responsable de ninguna medición hidrométrica ni meteorológica y que las proyecciones se realizan a partir de la recopilación de datos y su análisis. “Nuestra evaluación siempre puede tener incertidumbres debido a la cantidad limitada de información hidrológica que se dispone”, admitió la directora del Siyha, quien aseguró que no recibieron observaciones o quejas de las demás provincias involucradas.

En relación con esta crecida, la técnica explicó que “la suma de las ondas de crecida hizo más difícil evaluar la dinámica del río” aguas abajo de La Paz, un tramo que caracterizó como muy dificultoso por la singularidad geomorfológica de las secciones del río, con muchos afluentes, arroyos e islas. También aseguró que falta información respecto de los cursos de agua menores y sobre las lluvias locales.

El futuro de dos barrios

En Colastiné Sur, la vecinal organizó una conferencia de prensa, de la que participaron otras vecinales de la Costa, en la que reclamó que se consolide, mejore y mantenga el terraplén que protege el barrio y que se realicen las obras para mitigar la vulnerabilidad hídrica de la zona (estaciones de bombeo, canales colectores, desagües, etc.). “En los últimos años, las defensas no se mantuvieron y el intendente ya nos dijo que no se va a gastar un peso para levantar el terraplén de Colastiné Sur”, contó Rodrigo Maguid, presidente de la vecinal Colastiné Sur.

El debate de fondo, como también en La Vuelta del Paraguayo, es el futuro del barrio. Desde el municipio se argumenta que la cota es muy baja (13 IGM) y que con esta altura es “inviable” levantar más las defensas por el riesgo que implicaría un colapso del terraplén sobre la vida de las personas. Los vecinos retrucan que hay otras zonas de la ciudad defendidas por terraplenes con cotas todavía más bajas y frente a la sospecha de una probable reubicación piden que se respete la dignidad y la idiosincrasia de la gente de la Costa, que toda la vida enfrentó las crecidas en el valle de inundación del río. “Hay que consolidar poblaciones en lugares altos y dejar al río en el lugar que históricamente ocupo. De todas maneras, lo vamos a hablar con las familias pero éste no es el momento, ahora hay que atender la emergencia”, dijo el intendente José Corral.

En general, el barrio suele resistir las crecidas ordinarias del sistema del Paraná -que tienen una recurrencia de tres años, en promedio- pero es muy vulnerable a las crecidas extraordinarias que superan los 7 metros y tienen una recurrencia de 15 años. También hay dificultades con los servicios -el agua potable se reparte en camiones cisternas- y falta encarar un proceso de regularización dominial de las 150 familias que viven aquí, según datos del municipio.

Esta mañana, el intendente también supervisó las tareas de asistencia a las 39 familias evacuadas de La Vuelta del Paraguayo. “Conversamos con la gente para hablar no sólo acerca de la emergencia, sino de cómo a futuro vamos a buscar soluciones más definitivas, porque crecidas como éstas son bastantes frecuentes y no estamos frente a una crecida extraordinaria, sino que el río Paraná tiene estos niveles”, afirmó Corral.

Es una cuestión compleja. Muchos vecinos del barrio no quieren ser relocalizados y viven desde hace décadas en este lugar. “El municipio no reconoce a La Vuelta del Paraguayo como un barrio. Lo trata como un asentamiento provisorio y la única respuesta siempre es la evacuación, a pesar de que son familias que viven de la pesca y que están en el barrio desde hace muchos años”, planteó Daniela Montagnini, de la ONG Proyecto Revuelta, quien también habló de este tema en la conferencia de prensa que se realizó en Colastiné Sur.