Este fin de semana, se llevó a cabo la 126° edición de la Fiesta de Guadalupe, una de las celebraciones más esperadas en la región. El padre Olidio Panigo, actual párroco de la Cuasi-Parroquia Santa María junto a la Cruz, vivió la festividad desde una nueva perspectiva.
“Para mí la Fiesta de Guadalupe siempre fue importante, desde antes de llegar a Guadalupe, incluso antes de entrar al seminario. Por una cuestión familiar, siempre tuve una gran devoción a la Virgen”, expresó Panigo, quien durante años fue figura central en la organización de esta peregrinación en la Basílica santafesina.
Esta vez, el sacerdote acompañó a los chicos de catequesis de su nueva comunidad, junto a fieles de la Capilla Nuestro Señor de Chaguaya, de Ángel Gallardo, y de Nuestra Señora del Valle del Chaquito. “Pude compartir desde otro lugar, acompañando a la gente, escuchando historias de fe, de devoción, que realmente conmueven y ayudan mucho”, contó.
Lo más significativo, destacó Panigo, fue haber podido estar cerca de los peregrinos en momentos claves. “Cuando uno está en la organización, muchas veces no tiene ese contacto cercano. Esta vez pude confesar, caminar entre la gente, volver a vivir esa experiencia más personal de la fe”, remarcó.
El sacerdote también presidió la misa del domingo al mediodía y acompañó la procesión y la misa central de la tarde. “Fue una manera de volver un poco a lo de antes, a cómo vivía la fiesta antes de llegar a Guadalupe, pero con la misma alegría y devoción de siempre”, concluyó.
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