El Litoral
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La solución a la recolección informal con carros tirados por caballos depende “de una decisión política”, dijo la experta Andrea Heredia De Olazábal, que disertó en el Concejo. Está a favor de la reconversión laboral de los carreros, poniendo plazos y luego pasando a la prohibición.
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¿Cómo resolver el problema de la tracción a sangre en las ciudades? ¿Cómo sacar de la pobreza a los recolectores informales para que no recurran obligadamente a esta actividad informal? Y cuándo los Estados de una vez por todas tendrán en cuenta los derechos de los caballos, que en su mayoría padecen una situación de esclavitud, transitando por las calles de las grandes urbes al lado de automóviles?
Éstos fueron los ejes centrales de una charla panel (ver Relacionada) sobre esta problemática que se realizó en el Concejo, y contó con la disertación de una experta cordobesa, la Dra. Andrea Heredia De Olazábal, quien trabaja fuertemente desde su profesión sobre los derechos de los animales.
La especialista dio algunas definiciones que pusieron el foco en la necesidad de actuación del Estado, y de normativas locales que se consensúen pero que, fundamentalmente, se apliquen en la práctica. “Se deben tomar decisiones políticas que sea justas para los carreros, pero también, de una vez por todas, para los animales”.
“Sabemos del trasfondo social sobre este tema, como el trabajo precario; en ocasiones, la actividad del carrero se realiza porque a éste no le queda otra (para su subsistencia). Pero también sabemos que el animal, el caballo, no debe ser la variable de ajuste de la falta de políticas del Estado. Hoy estos animales padecen un estado de crueldad y esclavitud de la que la gente ni se imagina”, enfatizó. Sabe a ciencia cierta lo que afirma, ya que tiene su propio refugio de caballos rescatados.
El contexto
Para enfrentar la problemática, el marco legislativo lo debe dar cada ciudad y cada gobierno local a través de sus poderes. Si bien hay proyectos en el Congreso nacional sobre este tema, la tracción a sangre está relacionada con el tránsito en cada ciudad, la seguridad, el trabajo informal y el trabajo infantil, entre otras aristas. “Ésta es una problemática que aqueja a todas las ciudades del país”, dijo De Olazábal.
Explicó que se tomaron diferentes caminos en Rosario, Córdoba, Salta o Mendoza. “Pero estamos convencidos de que la solución a esto depende de decisión política. Porque hacer una ordenanza para que no se cumpla no tiene sentido. Una ordenanza tiene que ser consensuada, pero cada Poder Ejecutivo tienen que ponerla en ejercicio con toda la autoridad con la que cuenta”.
En Ciudad Autónoma de Buenos Aires se prohibió con un decreto, sin reconversión. Se fueron armando cooperativas de trabajo, pero esos carreros se fueron a las zonas aledañas de Capital Federal, donde están circulando como recolectores. “En Córdoba, por ejemplo, la situación es desastrosa”, criticó. Ponderó el caso de Medellín (Colombia) donde se logró darle una solución definitiva a esta problemática.
“En los lugares del mundo donde se terminó con la tracción a sangre, cada Estado se reunió con todos los sectores políticos y las instituciones para sacar al caballo de esta esclavitud. La gente no tiene idea de cuánto sufre este animal transitando por una gran ciudad. Es una crueldad, una locura: a la gente hay que darle una opción laboral digna, sí; pero también, hay que pensar en el animal de una vez por todas”.
Victimizaciones
Para De Olazábal, a veces “se victimiza demasiado al carrero (por su situación de vulnerabilidad social). Pero la pobreza no justifica el maltrato animal. La crueldad no pasa por tener plata o no. Vemos que hay un acentuado espíritu humanista, pero ese humanismo excluye a los caballos. El derecho del animal es un bien jurídico protegido”, resaltó.
—¿Y cuál sería la solución al problema, en el que tienen tantas aristas, como la cuestión social y el trabajo precario?, preguntó El Litoral.
—Creo que hay que poner un período, y rápido: un año o año y medio para la reconversión, por ejemplo, y luego prohibir. Así se terminó en Medellín (Colombia). Porque si no cambian los gobiernos y los políticos empiezan a negociar con todos los sectores. Así, todo se va dilatando en el tiempo.
Hay que tener cuidado con la sensibilidad. Otro problema que se desprende de la recolección informal por carros es el trabajo infantil, que está totalmente prohibido por la Constitución y los tratados internacionales. No se puede entender que haya chicos de 12 años subidos o manejando un carro, dejando la escuela, el juego, su infancia. La gente dice: “Pobre carrero”. Pero con eso no alcanza: la solución es terminar con esto, y para eso se necesita de decisión política.
“No predicamos sólo una mirada animalista, pero entendemos que alguien tiene que representar la voz de ellos (por los caballos). Hoy hay actos de crueldad animal inenarrables, brutales. Hay que terminar con esto”, dijo De Olazábal.
“Hay políticos que por una cuestión ‘populachera’ hablan de eso (la tracción a sangre); pero terminamos viendo en la calle verdaderos actos de crueldad contra caballos. Hay mucha hipocresía. Creo en la reconversión laboral, pero, ¿cuántos caballos tienen que morir para solucionar esto?”.
Un proyecto
El edil que convocó al foro, Sergio Basile (UCR) consideró que esta instancia de debate se enmarca en un proyecto de ordenanza (de su autoría) sobre el tema, que está en comisión. “También se abre la discusión para que aquellas personas que se sientan involucradas puedan aportar su granito de arena. Creemos que hay que potenciar la política del municipio en la reconversión laboral de los recolectores informales. Con una ordenanza, se garantizaría la sostenibilidad jurídica de una política”, declaró.
Qué pasa en Santa Fe
Para la representante del área de derecho animal del Colegio de Abogados, Natalia Pallavicini, la tracción a sangre “es una problemática que nos viene preocupando desde hace mucho tiempo. Notamos altos niveles de violencia contra el caballo, casos de trabajo infantil y preocupa además la situación del carrero como trabajador informal. Necesitamos en Santa Fe una ordenanza para que el Ejecutivo puedan tener políticas de Estado sobre este tema”.
Foro
“Tracción a sangre: perspectiva de igualdad y justicia”, se denominó el foro realizado en el Concejo Municipal. Disertó la Dra. Andrea Heredia De Olazábal, Presidenta de la Sala de Derecho Animal del Colegio de Abogados de Córdoba, y titular de la materia “Derecho y Protección Animal” de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), junto con el concejal Sergio Basile. La actividad fue organizada por el Concejo y la Comisión de Derecho Animal del Colegio de Abogados de Santa Fe, 1° circunscripción. En representación de esta entidad estuvo presente la Dra. Natalia Pallavicini.