Al mismo tiempo, se buscan alternativas para disminuir la proliferación de bolsas plásticas en la vía pública. Aunque sobre este punto podría avanzarse con mayor firmeza en 2011, ya se han mantenido reuniones con la Cámara de Supermercadistas y el Centro Comercial. El objetivo es generar los consensos necesarios para prohibir su entrega y promover el uso de otras de mayor tamaño o de la tradicional bolsa de los mandados.
“Desde los supermercados dicen que es factible, en algunos casos las van a vender para propiciar que la gente lleve su bolsa o darán otras más grandes para que entren más productos”, explicó Boscarol.
El proceso implicará un gran cambio de conductas para los santafesinos, pero también la readecuación de varias ordenanzas. “Estamos haciendo un compendio de todas las normas existentes, modificando algunas e incorporando cosas nuevas”, apuntó.
En casa, las familias deberán conservar sus residuos por más tiempo: el camión recolector pasará todos los días, pero algunos retirará lo seco -papel, cartón, pets, etc.- y otros lo húmedo -restos de comida, etc.-.
Para ajustar detalles al programa, se realizó una experiencia piloto con cinco familias de distinto nivel socioeconómico. “Pretendimos ver cuánto tiempo pueden tener la basura en sus casas y ahora estamos definiendo una media y ajustando el cronograma de días y horarios”, dijo el funcionario.
En principio, los cambios no afectarán el contrato con las empresa Cliba y Urbafé y tampoco implicará un ahorro para el municipio. Este servicio se lleva unos 50 millones del presupuesto. “La cantidad de recorridos de los camiones va a hacer la misma pero como la ciudad ha crecido mucho tenemos que incorporar sectores y lo estamos evaluando con las empresas”.





