En una sala del Nivel 1 del Malba, se exhiben cinco piezas fundamentales de Luis Felipe "Yuyo" Noé (Buenos Aires, 1933–2025), realizadas entre 1962 y 1965, una etapa donde rompió con los límites tradicionales del arte.

Cinco trabajos realizados entre los años 1962 y 1965 reflejan su visión crítica del arte moderno y su propuesta de fragmentación y caos como forma expresiva.

En una sala del Nivel 1 del Malba, se exhiben cinco piezas fundamentales de Luis Felipe "Yuyo" Noé (Buenos Aires, 1933–2025), realizadas entre 1962 y 1965, una etapa donde rompió con los límites tradicionales del arte.
Las obras pertenecen al período de la Nueva Figuración argentina, movimiento que cofundó en 1961 junto a Ernesto Deira, Rómulo Macció y Jorge de la Vega.

Estas piezas expresan su visión crítica del paradigma modernista y su propuesta de "cuadro dividido", en la que rompía la unidad del lienzo con materiales no convencionales: cajas de madera, acetato, masilla epoxi, metal, plástico.
Influenciado por las tensiones políticas de los años 60 y una realidad convulsionada, Noé asumió el caos como otra forma de orden. En su libro "Antiestética" (1965) propuso una visión fragmentada del mundo, en la que el desequilibrio y la pérdida de centro eran constitutivos de la vitalidad artística.

Sus obras incorporaron escritura, instalaciones inmersivas y bastidores modificados que llevaban la pintura más allá del marco. "La conciencia de que yo sólo había asumido un caos con reaseguro... me llevó a hablar de visión quebrada, cuadro dividido y, por primera vez de manera consciente, de la asunción del caos", escribió Noé.
Con más de 100 exposiciones individuales, Noé fue Premio Nacional Di Tella (1963), representó a Argentina en la Bienal de Venecia (2009) y fue declarado Ciudadano Ilustre de Buenos Aires (2006).

Su obra atraviesa siete décadas de producción artística y se mantiene vigente por su potencia crítica, su audacia formal y su pensamiento lúcido sobre el arte y la sociedad.
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