El Barcelona y el Inter de Milán se enfrentaron en el primer encuentro de las semifinales de la Champions League 2025. Con un 3-3 que no reflejó lo que se vio en la cancha, el Estadio Olímpico de Montjuic vivió un auténtico partidazo.

Fue 3 a 3 en Montjuic, en un duelo memorable por la ida de las semifinales de la Champions. Golazos, emociones y una actuación consagratoria de Lamine Yamal. La revancha será el martes próximo en Milán.

El Barcelona y el Inter de Milán se enfrentaron en el primer encuentro de las semifinales de la Champions League 2025. Con un 3-3 que no reflejó lo que se vio en la cancha, el Estadio Olímpico de Montjuic vivió un auténtico partidazo.
Treinta segundos y ya había gol. Marcus Thuram aprovechó el primer ataque del Inter y, con un taco inesperado en el área, puso el 1 a 0 que heló a todo Montjuic. Era apenas el comienzo de una noche inolvidable.

Barcelona tardó unos minutos en recomponerse, pero cuando lo hizo, tomó el control. Atacaba, dominaba la posesión, presionaba alto. Sin embargo, el segundo golpe lo dio Inter. A los 21, Dumfries conectó una media chilena espectacular para el 2 a 0.

El equipo de Inzaghi no perdonaba. Dos llegadas claras, dos goles. La efectividad italiana era brutal. Pero el Barça no se desesperó y ahí apareció la joya de la noche: Lamine Yamal tomó la pelota por izquierda, dejó a un rival en el camino y clavó un zurdazo contra el palo para el descuento.

Ese gol encendió al estadio y a sus compañeros. Barcelona siguió yendo, con un Sommer inmenso bajo los tres palos del Inter. Hasta que a los 38, Raphinha le bajó la pelota a Ferrán Torres, que empujó para el 2 a 2.

El primer tiempo terminó con cuatro goles, un sinfín de situaciones y un clima de Copa. Lautaro Martínez, que se había mostrado con molestias, no salió a jugar la segunda parte. En su lugar entró Taremi.
El segundo tiempo mantuvo el ritmo, aunque con Inter más replegado. A los 18, otra vez Dumfries volvió a aparecer en el área rival: ganó de cabeza tras un mal cálculo de Szczęsny y puso el 3 a 2 para los italianos.

Barcelona, otra vez, reaccionó rápido. Dos minutos más tarde, Raphinha sacó un derechazo desde fuera del área que dio en el travesaño, rebotó en la espalda del arquero Sommer y terminó adentro. Un gol con fortuna, pero justo por lo mostrado.

El partido siguió abierto. Inter tuvo una más clara: Mkhitaryan empujó un centro de Dumfries, pero estaba adelantado. El VAR confirmó el fuera de juego.
Yamal siguió brillando. A los 41, casi marca un gol de antología: la pinchó al segundo palo y el travesaño le negó el cuarto. Fue una pesadilla para Dimarco durante los 90 minutos.
Sommer terminó como figura. Sacó un tiro libre venenoso de Raphinha en los últimos minutos. El 3 a 3 ya no se movería, pero el espectáculo se sostuvo hasta el final.
Fue una noche digna de Champions. Golazos, ritmo frenético, emociones y una revancha que promete todavía más. El próximo martes, en Milán, se sabrá cuál de los dos llega a la gran final de Europa.
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