Marcelo Gallardo llega al Superclásico con la atención puesta en su rendimiento cuando visita la Bombonera. El entrenador renovó su contrato con River y lanzó una promesa a los hinchas, mientras el equipo busca mejorar su campaña y escalar en la tabla para acercarse a la clasificación a la Copa Libertadores 2026.
Superclásico
Cómo le fue a Marcelo Gallardo en los Boca-River: los impactantes números
- Gallardo afronta el clásico con un historial parejo en La Boca y la promesa de recuperar alegrías para River
- La formación tentativa que probó en Ezeiza incluye a Franco Armani y varios habituales del plantel millonario
En el historial general entre ambos clubes, Boca sumó 92 victorias contra 88 de River y hubo 84 empates. Un triunfo xeneize ampliaría la diferencia; en cambio, una victoria millonaria acortaría la brecha y modificaría la dinámica de cara a la competencia local.
Si se analiza exclusivamente la etapa de Gallardo como técnico, la balanza favoreció a River: en 28 enfrentamientos oficiales registró 10 victorias, 11 empates y 7 derrotas. El último recuerdo de esa superioridad fue la victoria de River por 2-1 en el Monumental con goles de Franco Mastantuono y Sebastián Driussi.
El récord de Gallardo en la Bombonera
Los partidos que Gallardo dirigió en la Bombonera resultaron parejos y cerrados. En 13 visitas contabilizó 3 victorias, 3 derrotas y 7 empates, lo que muestra que los clásicos en La Boca suelen definirse por detalles tácticos y momentos puntuales.
Las prácticas en Ezeiza dejaron una formación tentativa para River: Franco Armani; Gonzalo Montiel, Lucas Martínez Quarta, Lautaro Rivero y Marcos Acuña; Kevin Castaño, Juan Fernando Quintero, Juan Carlos Portillo y Nacho Fernández; Sebastián Driussi o Enzo Pérez, y Maximiliano Salas. Ese ensayo refleja la intención de mantener experiencia en el fondo y opciones ofensivas en el ataque.
El cuerpo técnico y el plantel afrontan el clásico con la presión habitual que genera un enfrentamiento entre River y Boca. Por su parte, el rival dirigido por Claudio Úbeda también tendrá su propio grado de exigencia, lo que suma tensión a la preparación y al planteo táctico.
Ganar en la Bombonera no solo implicaría un desahogo anímico para Gallardo y los jugadores, sino que además tendría un efecto inmediato en la tabla: permitiría a River acercarse a los puestos que clasifican a la Copa Libertadores 2026 y mejorar la confianza del plantel de cara a las próximas fechas.
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