El granero del mundo está anclado en Liniers

En el año 1994 Vélez se consagraba campeón del mundo de la mano de Carlos Bianchi, con un dato no menor. Llegaba a la gloria en Tokio (1 de diciembre de 1994 al Milán) con 7 de los 11 jugadores titulares formados en sus divisiones inferiores, a saber: “Coyo” Almandoz, “Pacha” Cardozo, “Negro” Gómez, Cristian Bassedas, “Tito” Pompei, “Turco” Asad y Turu Flores. Ningún otro club campeón del mundo lo hizo con 7 canteranos en cancha de movida.

Sin dudas fue Bianchi el mejor. Y el que le sigue, sin márgen de discusión, en importancia como DT de Vélez es Ricardo Gareca. El “Tigre” no ganó nada al lado de las copas de Bianchi pero desde ese año 2009 a la fecha debutaron en Vélez 60 juveniles en su Primera División.

¿El secreto?: detectar, formar, captar y moldearlo cuando llega a Primera. Vélez, de esos 60 del semillero en Primera, se reparte casi en parte iguales: 30 fueron de Capital (el baby fútbol) y Provincia; los otros 30 del interior de la Argentina. Ejemplos: “Mono” Vargas, Robertone y “Pancho” Ortega son de las provincias.

Hace 20 años que un nombre se repite: Sebastián Pait, históricamente el captador de Vélez. Se fue un año a Suiza y otro año a Córdoba para darle la receta a Talleres (que por lo visto con Bebelo y compañía algo copió no???).

Hace tres años, Pait quedó como número ‘1‘ en lugar de Fanessi. Vamos a la pirámide, anoten nombres y hagan cuentas. El coordinador general es Sebastián Pait, el coordinador de los PF es Mariano Pizzoglio, Hermes Campos hace el scouting y el eterno Pedro Larraqui es el monitor del fútbol amateur. Es decir, cuatro tipos en la cúpula abocados full time. En reserva está Guillermo Moriggi.

Pero vamos a cada categoría de AFA. Tomemos la octava donde está a cargo el “Chino” Ariel Zárate. Además del DT principal, hay un entrenador alterno, un PF exclusivo y un entrenador de arqueros. Prensa de Vélez confió a El Litoral que se invierten, de sueldos, una base de 120.000 a 150.000 pesos en cada categoría de AFA. Pero, además, el profe o entrenador alterno que dirige la Liga Metropolitana gana un poco más.

En la Villa Olímpica, Vélez tiene 7 canchas en total: dos para Primera y reserva de AFA, una de césped artificial y cuatro impecables para inferiores. Pelotas, conos, chalecos sobran. ‘Tratamos al jugador de inferiores igual que al de Primera‘, cuenta el ‘Chino‘ Zárate.

La pensión aloja 36 chicos del interior y en dos meses quedará inaugurado el Campus Vélez, al lado del Amalfitani con 9 canchas de césped sintético. Hace cuatro años se construyó un gimnasio exclusivo para fútbol amateur. Y hay una cocina montada en la Villa Olímpica, con cocineros, sicólogos y nutricionistas sólo para los chicos. Seis categorías, de cuarta a novena, entrenan de mañana. El resto, de tarde.

Esa clara inversión, que acá en Santa Fe se conoce como gasto, empezó su retorno: Maxi Romero en 2018 se fue al PSV por 10 millones de euros, Santiago Cáseres se fue al Villarreal en 8 millones de euros limpios. Antes, por ejemplo, Hernán Toledo al Rubin Kazan en 7.5 millones o mucho más atrás Mauro Zárate en 20 palitos a Qatar; Damián Escudero al Villarreal en 7.5; Nicolás Otamendi al Porto de Portugal en 4; Marco Torsiglieri al Lisboa en tres y medio; Jonathan Cristaldo al Metalist de Ucrania en 5. Paro acá porque me aburro.

¿Alguien puede pensar que esto es casualidad, azar o golpe de suerte?. En la última temporada, donde Vélez terminó por segundo año consecutivo primero en la tabla general de inferiores, se invirtieron en el semillero 98 millones de pesos anuales. Como si fuera a propósito esta cifra, es el mismo dinero que la Superliga le giró a Colón y Unión para contratar profesionales.

La desidia y desprecio de Colón y Unión en inferiores es total. Unión ni predio tiene —le alquila las canchas a su propio presidente— y es el único de los equipos de Superliga que no tiene coordinador. El último coordinador (Marcelino Galoppo) duró menos que un embarazo.

Colón tiene la Ferrari (el predio) pero la usa por caminos de tierra. Se llena de polvo, en realidad de humo. Por obligación de Superliga, deben pagar 35.000 pesos (cobran 28.000 de bolsillo); pero los DT y PF de Liga ganan apenas 15.000 pesos.

En el predio sabalero, las tres canchas de inferiores de AFA y la de Liga dejan mucho que desear. “Rara vez las marcan y recién ahora sembraron la cancha 8 que es para partidos y como sólo se usa los fines de semana, quedó bárbara”. Un dato alentador: desde que llegó Pancho Ferraro —con su hijo que es PF— se empezó a ocupar de lo que falta. Que es mucho.

¿Y por casa?: ¡delivery de coordinadores!

Mientras en Vélez “el padre de la criatura” hace casi 20 años que está, la realidad del fútbol de Santa Fe es tan dura como triste. “Acá se cambia de coordinador como de calzoncillos”, se afirma con razón.

En Unión, el último profesional con una continuidad importante fue Alejandro Trionfini, hoy con un proyecto para formar chicos en el Caribe. Siempre que pasa algo queda Diego Mosset como “piloto de tormentas”. En los últimos tiempos pasó primero Martín Cicotello, que se vinculó en noviembre de 2017 y se fue en mayo de 2018 a trabajar con Kudelka a Chile. Otra vez Mosset. Hasta que nombraron a Marcelino Galoppo que no duró ni siquiera un año.

Lo de Colón es igual, en cuanto a la inestabilidad. Hace apenas un par de años, estaban el “Alemán” Javier López y el “Chueco” Miguel Robledo. Luego, los dirigentes designaron a Luciano Calcagno, recomendado por el “Polaco” Adrián Bastía. Finalmente, hace algunos meses asumió Adolfo Manetti.

Mientras en Vélez, Sebastián Pait está hace 20 años, en Santa Fe no hay uno que dure como coordinador mucho más de un año entre Colón y Unión. Pequeña diferencia.