Ante un Metropolitano colmado, el conjunto de Diego Simeone logró revertir el marcador y derrotó cómodamente al Girona por 3 a 1. Y ahora piensa en el partido ante el Dortmund por Champions.
Con goles de Dovbyk y un doblete de Griezmann, derrotó al Girona por 3 a 1 y se ubica 4to en la tabla a pocos puntos del tercero. Ahora pone el foco en el partido del martes ante el Dortmund.
Ante un Metropolitano colmado, el conjunto de Diego Simeone logró revertir el marcador y derrotó cómodamente al Girona por 3 a 1. Y ahora piensa en el partido ante el Dortmund por Champions.
No hay lógica alguna en que el partido llegara al descanso con momentáneo triunfo local, menos aún en que el encargado de establecerlo fuera Correa, horroroso hasta entonces, en el sexto minuto de una prolongación eterna. De hecho la jugada venía a trompicones cuando Morata rechazó la pelota hacia la zona que ocupaba Nahuel. Consciente de su posición antirreglamentaria, el argentino dimitió de tal acción, lo mejor que hizo él también, así que el propio punta fue a buscarla a línea de fondo para rebañarla antes de que saliera y dibujar un pase perfecto a la testa de Angelito, incrustado ahí entre David López y Miguel.
Pero el Girona había sido mucho más equipo que el Atlético y hasta las tablas se antojaban extrañas después de que Griezmann castigara desde el punto y superada la media hora una falta de Yangel que, siendo absurda, lo fue mucho menos que la mano de Miguel al remate de Hermoso en el saque. Era prácticamente la primera noticia rojiblanca por lo ofensivo, algún disparo desde la frontal sin consecuencias, y tenía mucho de obsequio, pero llevaba valor gol para neutralizar la hasta entonces merecida ventaja visitante.
Comenzó el partido y tiró Savinho una diagonal desde la izquierda con la que enseguida dejó atrás a De Paul y Nahuel, pero a la que tampoco supieron reaccionar el resto de futbolistas rojiblancos, de modo que la jugada tuvo continuidad por Yangel y Couto antes de que embocara Dovbyk llegando desde atrás. Lejos de ser un accidente, el lance marcó tendencia. El 16 del Girona iba hacer lo que quisiera y cuando quisiera, para sonrojo local, pero sus compañeros además iban a manejar el tinglado con soltura y desde ese esquema heterodoxo en el que un tipo tan pronto es carrilero como se mete en las ayudas por el medio.
A la siguiente de Savinho no llegó Dovbyk , pero durante un buen tramo anduvo mucho más cerca el segundo gerundense que la reacción local, entre otras cosas porque alguno de los alineados por Simeone, más de uno y más de dos, pasaba por el partido cual fantasma. Hasta que de repente Miguel sacó la mano a pasear y aquello se le fue por el sumidero a Míchel. Que a todo esto lamentaba aún con empate y antes del entreacto un posible penalti a su brasileño, que estaba en todas, aunque la revisión parece aclarar que la falta cometida por De Paul es fuera del área, cayendo después la víctima de la misma sobre Reinildo para hacerse más daño aún.
Simeone había cambiado de salida medio equipo y el sistema, llamando la atención casi más lo segundo que lo primero. Porque al fin y al cabo en el once se mantenían pesos pesados como Koke, De Paul o Griezmann, no hay Dortmund que valga, y porque el Atlético suele modificar dibujos y posiciones de los futbolistas en los mismos con el balón ya en juego, pero también venía arrancando una vez tras otra con los tres centrales de marras. Por otra parte, dada la manifiesta inferioridad exhibida. Riquelme fue el encargado de cerrar ahí, antes de que la lesión de Saúl incluyera a Morata en el negocio... retrasando unos metros a Grizi.
Tardó tanto el Girona en volver del refrigerio que el personal temió topar con once furias, pero resulta que lo primero que hubo para llevarse a la boca fue una nueva dádiva, ésta de Solís al despejar para que Grizi exhibiera precisión y firmara doblete. Faltaba un mundo por jugarse, pero si en las buenas no había dado menos iba a dar en las malas, pensaría la tropa catalana, así que aquello se jugó a beneficio de inventario, dejando apenas un dominio estéril, una ocasión absurda de Nahuel reventándola desviada cuando ni portero había tras la buena presion local... y otro partido completo para Koke. Que siempre está, aunque haya quien no lo espere.
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