Napoli y Milan abrirán este jueves la serie de semifinales de la Supercopa de Italia, el torneo que reúne a los mejores de la última temporada del fútbol italiano en un formato de “Final Four”. El duelo, a partido único, entrega el primer pasaje a la final y se juega en Arabia Saudita.
Choque de gigantes
Napoli y Milan juegan por el primer boleto a la final de la Supercopa de Italia
Se enfrentan este jueves 18 de diciembre, desde las 16 (hora argentina), en el Al-Awwal Park de Riad. El ganador será el primer finalista; si hay empate, la semifinal se define por penales.
Hora, sede y TV
El encuentro está programado para las 16 (Argentina) en el Al-Awwal Park, en Riad, y se podrá ver por DSports. El árbitro designado para dirigir el partido es el italiano Luca Zufferli.
La semifinal se disputa a 90 minutos. Si terminan iguales, no habrá tiempo suplementario: la clasificación se resolverá directamente por penales.
Cómo llega Napoli
El equipo dirigido por Antonio Conte se ganó su lugar por haber sido campeón de la Serie A 2024/25. Con ese respaldo, Napoli busca meterse otra vez en la final de un certamen que ya supo conquistar y en el que pretende revalidar su condición de campeón local en el plano internacional de la temporada.
Cómo llega Milan
Del otro lado aparece el Milan de Massimiliano Allegri, que llega con doble estímulo: se clasificó por su recorrido en la Coppa Italia y además defiende la corona de la Supercopa. En su historia, el club rossonero es uno de los grandes protagonistas del torneo y busca estirar su presencia en las finales.
Lo que viene
La otra semifinal se jugará el viernes 19 de diciembre, entre Bologna e Inter, también en Riad. La final está prevista para el lunes 22 de diciembre, con el ganador de Napoli–Milan esperando rival.
Además del pase a la final, el cruce tiene un condimento especial por los nombres propios en los bancos: Conte, obsesivo del orden y la intensidad, frente a Allegri, un especialista en administrar partidos cerrados. En una semifinal a partido único, esa lectura táctica suele pesar tanto como el talento: un error, una pelota parada o un contraataque bien resuelto pueden inclinar la balanza.
La Supercopa, además, se convirtió en un examen de carácter para planteles que llegan con kilómetros encima y poco margen de recuperación. En ese contexto, la definición por penales aparece como un escenario posible y hasta lógico: dos equipos grandes, cautelosos en el arranque y con la presión de no equivocarse, sabiendo que el premio es quedar a 90 minutos de un título.
Con ese escenario, Napoli y Milan se juegan mucho más que una semifinal: se juegan imponer su identidad en una noche sin red, donde el que golpea primero suele manejar el pulso del partido y el que duda queda al borde del vacío. En Riad, el primer finalista saldrá del equipo que mejor administre la presión y, si hace falta, tenga la cabeza más fría cuando llegue el momento de patear.
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