La experiencia internacional muestra grandes diferencias en la incidencia del desempleo juvenil. Esto se explica fundamentalmente por la calidad de los sistemas de transición de la escuela al trabajo. La Argentina podría reducir su muy alta tasa de desempleo juvenil rediseñando sus instituciones educativas y laborales.
El sistema de transición de la educación al trabajo comprende al conjunto de instituciones educativas y laborales que condicionan el tránsito de los jóvenes al empleo. Específicamente, contempla la estructuración de modalidades y contenidos educativos, la conexión de las escuelas con las empresas y las regulaciones que rigen las prácticas laborales y las primeras experiencias en el empleo.
En Europa se identifican dos estilos bien diferenciados en sus sistemas de transición de la educación al trabajo. En los países de tradición germánica como Alemania, Austria, Suiza la educación secundaria contempla explícitamente modalidades que preparan a los jóvenes para su entrada al mercado de trabajo. Estas modalidades conviven con las académicas cuya orientación es la prosecución de estudios universitarios. Un esquema alternativo es la de los países de tradición latina como Francia, Bélgica o España donde el foco está de manera casi excluyente en la preparación de los jóvenes para continuar con los estudios universitarios.
Una forma de evaluar la eficacia de los sistemas de transición de educación al trabajo es comparando las tasas de desempleo juvenil con las de los adultos. Tomando datos de la OECD y del INDEC para el caso de la Argentina se observa que en Alemania, Austria y Suiza la tasa de desempleo de los adultos es del 4% mientras que la tasa de desempleo juvenil es de 8% haciendo una relación de 2. En Francia, Bélgica y España la tasa de desempleo de los adultos es de 10% mientras que la tasa de desempleo juvenil es de 27% haciendo una relación de 2,7.
En Argentina la tasa de desempleo de los adultos es del 8% mientras que la tasa de desempleo juvenil es de 27% haciendo una relación de 3,4. Estos datos muestran que, si bien es una constante que los jóvenes sufren más desempleo que los adultos, las brechas son muchos más altas entre los países latinos que en los germánicos.
Redacción de El Litoral - [email protected]
Instituto para el Desarrollo Social Argentino