El mercado laboral argentino atraviesa una etapa de tensión. La desaceleración de la actividad y las altas tasas de interés afectan sobre todo a los sectores más intensivos en empleo y dependientes del crédito, que ven limitada su capacidad de expandir el empleo. Algunos logran resistir, pero la falta de señales claras de recuperación y ciertas decisiones de política económica amplifican las dificultades, profundizando las brechas en la generación de empleo de calidad.
Servicios financieros y la minería son sectores que llegaron a esta instancia con buena dinámica laboral pero bajo impacto en el total registral del trabajo argentino. "Industria, Construcción y Comercio concentran casi el 40% del empleo en Argentina, y son, a la vez, los más expuestos a la desaceleración".
La escena de altas tasas para privilegiar el ancla cambiaria -que incluso el FMI ha cuestionado por su impacto en la actividad- " tiene efectos colaterales: el crédito se encarece, la inversión se frena y los sectores más sensibles a las condiciones financieras reciben el mayor impacto".
.
La advertencia de Laura Caullo -Ieral/Fundación Mediterránea- revela una dinámica de "empresas asfixiadas por los costos financieros" que "terminan ajustando por la única variable que pueden controlar rápidamente: el empleo, ajustando su dotación de personal o frenando nuevas contrataciones".
"Algunas trasladan trabajadores a la informalidad, otras no renuevan contratos, y así buscan reducir sus costos laborales para poder sostenerse. Este proceso no solo erosiona el empleo formal en los sectores que más puestos generan, sino que profundiza un problema estructural preexistente: actividades donde la informalidad es la norma más que la excepción".
Datos que resalta la oposición
Julia Strada, la diputada nacional bonaerense nacida en Rosario, se basó en datos del Centro de Economía Argentina -que integra- para repasar números: "El retroceso de la actividad económica de mayo (-0,2%) y junio (-0.7%) ya se refleja en el empleo registrado de junio".
.
"En el sexto mes del año se perdieron 12.150 puestos de trabajo registrados en el sector privado respecto a mayo. Es la peor caída mensual desde abril del 2024. Se interrumpió así el crecimiento que se había registrado en abril y mayo", reconoció la legisladora.
Detalló que "desde la asunción de Milei, se perdieron en total 189.608 puestos de trabajo asalariados registrados: 113.991 corresponden al sector privado; 57.200 al ámbito público y 18.417 al empleo en casas particulares".
Impacto en la construcción
Caullo detalló que a nivel país, "en construcción tres de cada cuatro ocupados no están registrados; en comercio, cerca de la mitad trabaja en la informalidad. Servicios financieros junto a Minería y petróleo, aunque con menor peso en la generación de empleo, muestran un panorama completamente opuesto, con baja incidencia de empleo no registrado"..
Plantea la especialista que "el resultado de estas dinámicas es un mercado laboral cada vez más segmentado. Las diferencias se observan entre regiones, con provincias que gracias a estructuras productivas más diversificadas logran sostener el empleo formal, mientras otras ven crecer la informalidad y el desempleo.
.
"También -dice- se advierten entre sectores: las actividades más dinámicas (como servicios profesionales, tecnología o energía) muestran cierta resiliencia, pero su baja intensidad en mano de obra o nicho con alta calificación, no alcanza para compensar la caída en los rubros tradicionales. Incluso dentro de la fuerza laboral las brechas se profundizan, separando a quienes acceden a empleos de calidad de aquellos que quedan relegados a la informalidad".
Hacia la "informalidad"
El crecimiento del empleo informal es un proceso en marcha; creció 8 puntos entre el tercer trimestre de 2023 y el primer trimestre de 2025, mientras que el empleo formal retrocedió cuatro.
"Sin medidas que apunten a reconvertir los sectores rezagados y modernizar las relaciones laborales, esta brecha seguirá ampliándose".
"La reforma laboral -dice Caullo- postergada en la agenda política, ya no es una opción, sino que se ha convertido en una necesidad. La actual estrategia de 'ganar tiempo' mediante tasas de interés elevadas limita la capacidad de expansión justo en los segmentos que más lo requieren".
Y concluye la especialista: "la postergación de reformas laborales implica el riesgo de consolidar una estructura donde los sectores menos dinámicos no logran absorber mano de obra, aun cuando se estabilice el frente macroeconómico. El costo de esta decisión no se mide solo en puntos del PBI, sino en la calidad de vida de millones de trabajadores que quedan atrapados en la informalidad".
La reconversión pendiente
En medio de horizontes políticos que desafían las reformas tributaria, laboral y previsional, Caullo expone que "sin medidas que apunten a reconvertir los sectores rezagados y modernizar las relaciones laborales, esta brecha seguirá ampliándose.
"La reforma laboral, postergada en la agenda política, ya no es una opción, sino que se ha convertido en una necesidad", advierte la investigadora responsable Área de Empleo y Política Social del Ieral.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.