Los trabajadores de la fábrica Estambul (Industrial Sodera SRL) se declararon de paro y en estado de asamblea permanente, por tiempo indeterminado, en reclamo del pago de los salarios atrasados, y volvieron a pedir el auxilio de las autoridades estatales o de inversores privados para encontrar un camino que reactive la fábrica y conserve los empleos de 56 trabajadores.
“Hablamos con el responsable de la empresa y nos dijo que no hay ninguna posibilidad de conseguir un crédito que permita reactivar la producción de la planta así que decidimos parar. Nosotros ya hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance, incluso cedimos parte de nuestros salarios y hasta hablamos con las autoridades de la Afip para que demoren la ejecución de la deuda que mantiene la empresa con el organismo”, informó Víctor Fruttero, delegado del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria de Aguas Gaseosas en la empresa.
La deuda que la empresa mantiene con la Afip es el corazón del problema y lo que impide que la empresa acceda a cualquier tipo de financiamiento público o privado para capital de trabajo. Según las fuentes consultadas por El Litoral, ésta rondaría en los 27 millones de pesos, una suma imposible de pagar en relación a la facturación de la empresa que ronda los 2 millones de pesos mensuales.
“Todo lo que pudimos hacer lo hicimos. Desde diciembre que cedemos el 30 por ciento del salario y hay trabajadores a los que se les debe parte del sueldo de enero, de febrero, de marzo y todo abril; además de recomposiciones y adecuaciones de escalas, más premios del año pasado”, informó Fruttero.
El 27 de marzo pasado, en la sede la Unión Industrial de Santa Fe, uno de los socios gerentes de la empresa, César Sarchi, pidió una inyección de al menos 1,5 millones para capital de trabajo y pago de salarios atrasados, porque de lo contrario iban a tener que cerrar.
Sólo consiguieron un subsidio de 400 mil pesos del gobierno provincial, algo más de 20 mil pesos de parte del senador Hugo Marcucci. Por otro lado, está en marcha el pedido del Repro, pero aún no se ha efectivizado.
“El mercado aún lo conservamos. De hecho, frente a la planta están estacionados los camiones para cargar con mercadería. El tema es que producimos apenas el 10 por ciento de lo que podríamos, porque no tenemos los insumos para hacerlo ni plata para comprarlos y los proveedores ya no nos fían más”, explicó Fruttero.
“Anoche nos visitaron funcionarios del Ministerio de Trabajo de la Nación. Conversamos y se mostraron solidarios con nosotros. Están dispuestos a hacer lo que le pidamos. Vamos a ver qué hacemos. Seguro no pediremos la quiebra de la empresa, pero no podemos seguir así”, dijo el dirigente sindical.
Estambul nació en agosto de 1948, a partir de la fusión de cuatro soderías de la ciudad. Los primeros años estuvo enfocada en distribuir sifones en los barrios de Santa Fe. En 1964 comenzó a envasar la soda en botellas de vidrio e inició un proceso de expansión, con distribuidores en otras provincias.
La planta de Pedro Víttori al 3700 -donde hoy se manifestaron los trabajadores- se instaló en 1968 y cuenta con dos líneas de producción: una de ellas destinada al envasado de agua de mesa en botellas retornables y en sifones; la otra, para soda y gaseosas en envases descartables (PET).






