Los cultivos de verano en Estados Unidos se han visto afectados por una severa sequía, pero con consecuencias diferentes para cada uno de ellos.
Para soja, el efecto de este evento no resultó ser significativo, a la luz de los últimos datos revelados por el Departamento de Agricultura de ese país (Usda), en el que consignan una producción de casi 81 millones de toneladas. Los agrónomos discuten ahora cuáles fueron los elementos que permitieron una cosecha más que aceptable en las principales regiones del medio-oeste estadounidense.
Algunos hablan de mejores variedades de semillas, más resistentes a los eventos climáticos adversos como los de esta temporada. Otros simplemente consignan que las lluvias de agosto y septiembre, que resultaron tardías para los cultivos de maíz, fueron oportunas para los de soja y de allí la sustancial mejora en los rendimientos finales proyectados.
El cultivo de soja cuenta a nivel mundial con dos cosechas que se suceden anualmente: la norteamericana, recientemente concluida, y la sudamericana, que se encuentra en plena etapa de siembra y desarrollo inicial.




