Las Abuelas de Plaza de Mayo insistieron ante el juez federal Norberto Oyarbide para que un joven, a quien suponían nieto de una de ellas pero se comprobó que no lo es, se someta a un estudio genético que determine si es hijo otros desaparecidos.
Así lo informaron a DyN fuentes judiciales, que precisaron que el pedido fue planteado después de que se comprobara que el joven, a quien suponían nieto de la titular de Abuelas seccional La Plata, Jorgelina Azzarri de Pereyra, no era la persona que buscaban.
Tal comprobación surgió de que Azarri de Pereyra halló mediante la comprobación genética, a su verdadero nieto, situación que fue anunciada públicamente hace unos diez días.
El joven a quien Abuelas suponían nieto de Azarri de Pereyra es Ignacio Mancuso, a quien un examen genético realizado en el Cuerpo Médico Forense, con la participación del Primer Centro Argentino de Inmunogenética (PRICAI-Fundación Favaloro) le confirmó el lazo de sangre con sus padres, Carlos Ángel Mancuso y Dora Ignacia Jiménez.
Ese estudio, que dio como resultado que en un 99,9999999 Mancuso tiene lazos de sangre con su actual y hasta ahora única familia, fue objetado por Abuelas, porque no se realizó en el Banco de Datos Genéticos (BNDG) que funciona en el hospital Durand, tal como lo exige la ley vigente. Ante esa situación, el ex agente del Servicio Penitenciario Federal (SPF) Carlos Angel Mancuso, quien asegura no tener ninguna vinculación con la represión ilegal y su nombre no figura en el "Nunca Más", emitió una carta abierta a las Abuelas en la que expresó su "inmensa alegría... ya que han recuperado a dos nietos de los tan ansiosamente buscados durante tantos años".
"Al mismo tiempo mi familia y yo vamos a recuperar la tranquilidad que jamás deberíamos haber perdido. No entiendo la actitud obsesiva de vuestra parte al aferrarse a un preconcepto para luego, por todos los medios, tratar de transformarlo en una verdad absoluta", indicó Mancuso en relación con la causa judicial que tramita el juez Oyarbide.
"¿Qué habría hecho yo si me quitaran a unos de mis nietos?, seguramente lo buscaría hasta en los confines de la tierra y hasta mi último aliento, pero con la salvedad que lo haría sin violar los derechos que pretendería defender y, principalmente, tendría la humildad de reconocer mis equivocaciones y no me convertiría en lo que detesto", añadió Mancuso.
El 30 de junio pasado, Oyarbide dispuso recrear el examen de ADN del joven pero para compararlo sólo con sus padres y excluyendo del trámite a las Abuelas, aunque ordenó que el estudio se realice en el BNDG. Esa decisión fue apelada por los Mancuso, quienes reivindican la validez del examen de ADN ya realizado y cuestionaron la imparcialidad del Banco de Datos Genéticos.




