La Casa de Gobierno fue atravesada este martes por un clima de tensión que se profundizó luego del discurso y las críticas al campo la presidenta Cristina Fernández cuando en la Plaza de Mayo y otros puntos del país comenzaron manifestaciones y cacerolazos contra la política oficial.
La jefa del Estado, que adelantó la noche del lunes su retornó a la capital previsto inicialmente para este martes al mediodía, llegó a la Casa de Gobierno poco antes de las cuatro de la tarde y de inmediato se reunió con los colaboradores para analizar la situación generada por el paro del campo.
En esas conversaciones se diseñó el discurso que la jefa del Estado pronunció un poco más tarde donde endureció la postura del gobierno con los ruralistas y advirtió que no se dejaría "extorsionar".
Apenas finalizado este mensaje en el Salón Sur, comenzaron a llegar a la Plaza de Mayo pequeños grupos de manifestantes para apoyar el paro del campo y rechazar la posición del gobierno.
En tanto, similares protestas se desarrollaban en distintas esquinas de la ciudad de Buenos Aires y en varias provincias.
La primer mandataria, que luego de su mensaje se había reunido con el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, y el ministro de Economía, Martín Lousteau, fue informada por el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, de las protestas.
Para ese momento, la Plaza de Mayo se iba llenando de manifestantes que, autoconvocados por correo electrónico, teléfonos o mensajes de texto, según ellos mismos dijeron, realizaban un "cacerolazo" y gritaban consignas contra el gobierno.
La jefa del Estado siguió en su despacho las alternativas de las protestas en todo el país y convocó al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y a Lousteau que se había retirado y retornó a la Casa Rosada.
Fernández no estuvo en el acto donde la presidente habló por primera vez del paro rural en trece días porque en esos momentos grababa declaraciones para un programa de televisión.
No hubo ninguna información de la reunión entre Cristina Fernández, su jefe de ministros y el titular de Economía que se prolongó hasta las 22.25 cuando la presidenta se retiró de la Casa de Gobierno y se dirigió a Olivos.
El detalle fue que, contrariamente a su costumbre, la jefa del Estado no abordó el helicóptero y realizó el trayecto en automóvil para que los manifestantes en Plaza de Mayo no registraran su salida.
En tanto, Alberto Fernández y Lousteau continuaron reunidos en el despacho del primero para evaluar la reacción frente al discurso presidencial y las medidas alternativas que había preparado el Palacio de Hacienda para destrabar la situación generada con el campo.
Fuente: DyN.




