Son graves las acusaciones contra uno de los dos automovilistas que el sábado 22 de agosto protagonizaron un accidente de tránsito en la esquina de 25 de Mayo y La Rioja, en el que murió María de Belén Luna, de 18 años. La joven víctima viajaba en un taxi junto con dos amigas de la misma edad cuando fueron embestidas por un Fiat Duna en el que iban cuatro muchachos de entre 19 y 22 años. El conductor del Duna tenía 1.10 g/l de alcohol en sangre, según el estudio que consta en el expediente.
Tanto el taxista como el conductor del auto particular se encuentran imputados por el delito de “homicidio culposo agravado por la conducción imprudente de un vehículo automotor”, a lo que podría agregarse las “lesiones graves culposas” sufridas por una de las pasajeras.
No obstante, es varias veces más comprometida la situación por la que atraviesa el joven que manejaba el auto particular, dado que habría excedido en más del doble el límite de graduación alcohólica en sangre permitido -0.5 g/l- para conducir. El siniestro ocurrió a las 6.20 de la mañana aproximadamente, hora en que los pasajeros de uno y otro vehículo volvían de bailar.
El recorrido
Las chicas que iban en el taxi habrían tomado el servicio en calle 25 de Mayo, entre Santiago del Estero y Junín. Primero se dirigieron a Alvear al 2800, donde descendió una de ellas y las tres restantes siguieron viaje.
El taxi tomó por la avenida 27 de Febrero, bajó en La Rioja y detuvo la marcha en el semáforo que está en avenida Rivadavia, según el relato del conductor.
Luego reanudó el trayecto y al cruzar la esquina de La Rioja y 25 de Mayo fue embestido por el Fiat Duna, que lo hizo dar un trompo para terminar estrellado contra la vidriera de la farmacia que está en la ochava suroeste.
Fuentes de la investigación confirmaron que el mismo análisis de sangre que le realizaron al taxista indicó que no había signos de consumo de alcohol.
Con este y otros elementos de prueba, el juez Correccional N° 4, Ricardo Favaretto, deberá evaluar la responsabilidad penal que le cabe a cada uno de los conductores.
La velocidad
Todavía resta realizar una prueba fundamental, que es la que determinará a la velocidad en que circulaban los coches, para lo cual ya fue informada la Dirección de Vialidad Provincial, cuyos técnicos tendrán a su cargo la labor.
El tercer punto crucial para los investigadores será determinar cuál de ellos cruzó el semáforo en rojo -ambos aseguran haber cruzado con luz verde-, para lo que existe un testigo presencial, y no se descarta el uso de otros medios técnicos que permitan acreditar tal circunstancia.
Otro punto en contra del muchacho de 22 años que manejaba el Duna sería que aún no ha podido acreditar si cuenta con registro para conducir; y además el coche no habría tenido seguro y no estaría transferido.
El expediente llegó a Tribunales a fines de agosto y desde el juzgado “se ordenaron todas las actuaciones correspondientes” indicó una fuente. Los familiares de dos de las tres chicas accidentadas se presentaron como querellantes en la causa, por lo que el juez le corrió vista al fiscal N° 6, Carlos Raúl Romero, que pidió una serie de medidas al respecto. Por el momento ninguno de los dos imputados prestó declaración indagatoria.






