Por Horacio Serafini (CMI)
Argentina y Uruguay intentarán empezar a destrabar este miércoles el conflicto por la instalación de la pastera finlandesa Botnia, en la reunión que desde primera hora de la tarde mantenían en Madrid funcionarios de máximo nivel de sus gobiernos, como resultado de la facilitación encarada por el rey de España.
El encuentro estuvo precedido por la confirmación oficial por Botnia de que el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, ``nunca'' le solicitó suspender temporalmente las obras, a pesar de que ése había sido su compromiso ante su par Néstor Kirchner para la realización de una cumbre entre ambos.
La negativa a suspender las obras, que como contrapartida tuvo el levantamiento del corte del puente Gualeguaychú-Fray Bentos por los ambientalistas entrerrianos, frustró el encuentro que ambos presidentes preveían tener a fines de marzo de 2006 y desde entonces se cortó el diálogo.
``Nadie, en ningún momento, oficialmente, pidió que se paralizara'', confirmó el presidente de Botnia, Erkki Varis, al diario ``Clarín'' desde Helsinki. Observadores destacaron que tal confirmación pública sería resultado de la ``facilitación'' a cargo del diplomático español Juan Antonio Yañez Barnuevo en representación del rey Juan Carlos de España. El diplomático estuvo en diciembre pasado con las autoridades de Botnia y del gobierno finlandés como parte de su tarea de ``facilitador''.
Crisis en aumento
Desde la frustrada cumbre bilateral de hace catorce meses, la crisis se agravó. Argentina acusó a Uruguay ante la Corte Internacional de La Haya de presunta violación del Estatuto del Río de la Plata de 1975 por autorizar la instalación de Botnia y de la española Ence, finalmente reubicada. La pastera finlandesa siguió con la construcción que está avanzada en 95 por ciento y que prevé comenzar a producir a fines de septiembre próximo. Y los ambientalistas de Gualeguaychú profundizaron su protesta y desde el 20 de noviembre mantiene un corte ininterrumpido del paso a Fray Bentos.
Así las cosas, y ante aquella confirmación oficial de Botnia, el canciller de Uruguay, Reinaldo Gargano, estará forzado como jefe de la delegación de su país a dar explicaciones sobre la palabra incumplida por Tabaré Vázquez, en la reunión de hoy con su par Jorge Taiana. Antes, los dos tenían encuentros por separado con su colega español, Miguel Angel Moratinos en la sede de la Cancillería de Madrid, previo a una cena con las dos delegaciones.
Expectativas
España dejó en claro ayer que su tarea es exclusivamente ``facilitadora'' del diálogo, contrariamente a la expectativa de Buenos Aires y de Montevideo. ``No vamos a proponer soluciones. Sólo ayudaremos a las partes a tratar el tema'', dijo una fuente diplomática española a las agencias de noticias.
Argentina insistirá en la relocalización de Botnia, como lo pretenden los ambientalistas entrerrianos. Pero Uruguay rechazará de plano esa posibilidad, si bien el presidente de Botnia dejó entreabierto algún margen en resguardo de la gestión española: ``Es muy difícil siquiera empezar a conversar (la relocalización), pero nuestra posición hacia ese proceso político es favorable e intentamos apoyarlo en toda manera posible'', dijo Varis.
Uruguay, además de la negativa a relocalizar Botnia, reclamará la suspensión de los cortes de los puentes, insistirá en que no violó el Estatuto de 1975 y propondrá realizar un monitoreo ambiental conjunto con Argentina de la pastera finlandesa.
De las reuniones, que continuarán hasta el viernes, no participará funcionario alguno de Finlandia, que entiende no ser parte del conflicto. Pero en cambio enviará a una funcionaria de su Cancillería a monitorear el diálogo.




