Por José Luis Pagés
En peatonal San Martín al 2600, dos delincuentes armados asaltaron la sucursal Santa Fe de la Asociación Mutual General San Martín, la que también funciona como agencia de Western Union, ayer a la tarde.
Sin despertar sospechas, los malvivientes ingresaron al establecimiento poco después de las 16 y como lo haría cualquier cliente se mostraron interesados en los servicios que ofrece la entidad.
Luego, apenas tuvieron cerca a todos los empleados uno de ellos, un hombre de unos cincuenta años de edad, cubrió su rostro con una bufanda y el otro, más joven, pidió que no lo miraran a la cara, mientras mostraba un revólver que llevaba a la cintura.
El ingreso de los asaltantes se dio en momentos en que la gerente María de los Angeles Balestra abría la caja de caudales. Balestra, al igual que sus compañeras de tareas fue invitada a trasladarse a otra oficina y allí quedó encerrada, oculta a la vista del público.
Luego, sin mostrarse nerviosos o apurados, los delincuentes comenzaron a guardar en una bolsa plástica los fajos de billetes conquistando un botín que según la gerente podría sumar algo menos de los 65.000 pesos evaluados en un primer momento.
Consumado el robo, los dos ladrones regresaron a la peatonal y desaparecieron confundiéndose con el público mientras las víctimas del atraco avisaban a la policía y por sus medios se libraban del encierro.
“En el año, éste es el segundo robo que tenemos —dijo Balestra— y recordó que el anterior se dio en ausencia del personal, cuando en horas de la noche un grupo de boqueteros llegó a la caja fuerte y la abrió con empleo de un soplete de acetileno.
“En total —dijo la gerente de la entidad que tiene casa central en San Martín de Las Escobas—, nos asaltaron cuatro veces, en una de esas oportunidades nos amenazaron, nos maltrataron y nos dejaron atados, pero ahora podemos agradecer que no fueron brutales”
Quienes se llevaron el dinero que guardaba la caja de la céntrica mutual parecieron actuar sobre seguro y en todo momento demostraron tener un amplio conocimiento acerca de los movimientos del dinero, de la disposición del inmueble y otros significativos detalles que llevan a pensar que el golpe fue prolijamente pensado y ejecutado por profesionales del delito.
El robo de ayer en un establecimiento que da a la peatonal San Martín sigue al malogrado golpe del último sábado cuando cien metros al sur, en pleno corazón de la zona bancaria, dos hombres que habían ingresado a la agencia de cambios Tourfe —a través del sistema de ventilación—, fueron sorprendidos por agentes policiales que cumplían con un servicio adicional de vigilancia.
En esa oportunidad, una sospecha quedó flotando en el aire: los frustrados ladrones podrían haber sido parte de una banda que desembarcó en Santa Fe para perpetrar algunos golpes de mayor magnitud.
Hasta el momento, de aquellos detenidos que fueron puestos a disposición de la Justicia santafesina sólo se sabe que cuentan con antecedentes delictivos y que llegaron a nuestra ciudad a bordo de un ómnibus de línea procedentes de la ciudad de Rosario.
Aquéllos, al igual que los ladrones de ayer, parecían hacer su trabajo en pleno corazón de la city santafesina con la misma despreocupación que les habría causado asaltar un kiosco de cualquier barrio.






