Barcelona de España alcanzó este miércoles la final de la Liga de Campeones de Europa, luego de eliminar a Milan en un empate sin goles, un resultado que los favoreció luego del triunfo obtenido en el partido de ida jugado en Italia. Como dijo alguna vez un gran periodista, los alfileres debieron aguardar fuera del Camp Nou. La organización informó que había 90.000 personas en el estadio. Y no era para menos, Barcelona llegaba a una final de la Champions League después de 12 años. En aquella oportunidad había sido derrotado precisamente por el Milan. La primer final Ahora, deberá trasladarse hasta París el próximo miércoles 17 de mayo donde deberá definir quién es el campeón con Arsenal de Inglaterra. Barcelona ingresó tranquilo al campo de juego. Era la confianza que les deparó el 1 a 0 a su favor obtenido en el partido de ida. El desgaste lo tenían que hacer los italianos. Milan sabía cuál era el desafío y es por ello que apenas transcurrido 40 segundos el brasileño Kaká que juega para Milan, sacó un pelotazo que pasó a centímetros del poste derecho que custodiaba Valdés. Un sacudón que despertó a Barcelona, que a través de Samuel Eto'o apuró al arquero Dida, quien retuvo un disparo del camerunés. Pie firme en casa A partir de ese momento, el Barsa comenzó a jugar con la desesperación de los italianos. Se plantó bien en la defensa e Iniestra se transformó en el conductor del plantel. Todas las pelotas que llegaban hasta Ronaldinho, Eto'o y Giuly salieron desde sus pies. El planteo de los catalanes era simple, controlar el balón, recuperarlo rápido en caso de perderlo y ahogar las posibilidades de creación por parte de los italianos. Cuando promediaba el primer tiempo el Milan recuperó la iniciativa a través de Inzhaghi y Shevchenko, quien lograron inquietar no sólo al arquero del Barsa sino también a sus hinchas que por unos momentos pensaron lo peor. Sin embargo, corridas de Giuly y Eto'o más un tiro apenas desviado de Ronaldinho, los fanáticos catalanes lograron recuperar el aliento. Sin embargo, los jugadores del Barsa no tuvieron esa pizca de suerte y efectividad que se necesita para gritar el gol que los depositaría de manera temprana en la final de la Liga de Campeones. Los italianos tampoco encontraban el camino al área rival y los nervios y la ansiedad les jugaba en contra. Fue tanta la ansiedad que tenían que los jugadores de Milan retornaron al campo de juego antes de que finalizara el tiempo de descanso. Segundo tiempo El segundo tiempo comenzó con Milan más decidido. El técnico de los italianos, Ancelotti hizo ingresar al brasileño Cafú y al portugués Rui Costa, pero no le dio el resultado esperado. Habían transcurrido apenas cuatro minutos cuando el ucraniano Shevchenko cabeceó de palomita que el arquero Valdés consiguió atrapar. Susto para los catalanes que le estaban entregando la iniciativa a los italianos. Poco después, Ronaldinho no pudo con un tiro libre gracias a que el arquero italiano le adivinó la intención. Casi inmediatamente el brasileño armó otra jugada fenomenal para largar un centro al ras del piso que Giuly no pudo conectar al enredarse con sus piernas. Con el correr de los minutos Barcelona mostró más ganas que los italianos que eran justamente los que necesitaban más el gol que les permitiera buscar el alargue y, de ser necesario, la definición por penales. Milan fue desapareciendo de a poco en la cancha mientras desde las tribunas se escuchaba cada vez con más fuerza el "sí, sí, nos vamos a París". Un aliento que se transformó en una ovación cuando el árbitro Markus Merk pitó el final del partido. Ahora resta esperar la definición frente a Arsenal, el equipo inglés que impidió que la final de la Liga de Campeones se jugara entre escuadras españolas, al dejar atrás a Villarreal de Riquelme y Sorín.




