El ministro de Obras Públicas y Vivienda, Hugo Storero, entregó ayer la segunda cuota de 500 mil pesos, del aporte total de 1 millón de pesos que el gobierno de la provincia destinó para las obras de recuperación edilicia y puesta en valor de la basílica de Guadalupe.
Al respecto, Storero explicó que “de acuerdo a lo establecido en el decreto Nº 3.297, firmado por el gobernador Hermes Binner, el monto debía ser entregado en dos cuotas iguales de 500 mil pesos cada una, supeditando la segunda entrega a la debida rendición de la primera”, la cual se debía realizar “con las certificaciones de avance de obra pertinente”.
Por su parte, el presbítero Odilio Panigo se mostró sumamente complacido, ya que este aporte “permitirá seguir avanzando con la obra, teniendo en cuenta que el 8 de mayo de 2010, estaremos celebrando los 100 años de la inauguración del edificio”.
Los avances
En la oportunidad, Alberto Tosti, responsable de la obra, señaló que “el trabajo estructural ya esta prácticamente terminado, tanto el recalce de cimientos como el refuerzo de tensores, a partir de lo cual comenzamos con la parte de restauración y puesta en valor de la basílica” y destacó que, con este aporte del gobierno, “se concluirán los desagües, los cielorrasos de yeso y se relocalizará un núcleo sanitario”.
En cuento a los trabajos realizados hasta el momento, Tosti explicó que incluyeron “la renovación a pleno de todas las cubiertas de chapa y las estructuras de hierro; la limpieza de los entretechos y el reemplazo de todas las correas metálicas, como así también chapas y zinguería. Sólo restan algunas descargas pluviales que actualmente se están haciendo”, puntualizó.
Asimismo, el responsable de la obra señaló que “en el sector de techos, también se removió toda la membrana adherida a la loza, sobre la que se entubaron los desagües pluviales y posteriormente se colocaron 40 milímetros de spray de poliuretano, esto último, para bajar los choques térmicos; y que sea cálido en invierno y fresco en verano”, explicó.
“Sobre eso se colocó una nueva membrana asfáltica, para así evitar filtraciones, realizándose también un contrapiso, que se cubrió con pinturas de buena calidad. Con estos trabajos quedó concluida la intervención en terrazas”, explicó Tosti.
Además, los trabajos incluyeron la restauración de todos los vitrales de la nave central y la carpintería metálica, que se encontraba en mal estado; la renovación de la instalación eléctrica y la iluminación interior y exterior de la basílica, colocándose un nuevo tablero bien seccionado con todas las medidas de seguridad.






