Alfredo Astiz
Es uno de los símbolos de lo más oscuro de la última dictadura militar. Está acusado de la desaparición de las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet. En Francia quieren juzgarlo.
Jorge “Tigre” Acosta
Fue jefe de la Esma y se jactaba de su poder. Determinaba quiénes eran destinados a los vuelos de la muerte, desde los que se arrojaba a detenidos al Río de la Plata.
Víctor Brusa
Era secretario del Juzgado Federal de Santa Fe durante la dictadura. Los torturados los sindican como partícipe de los tormentos. Dicen que se burlaba de ellos. Daba la cobertura legal a los detenidos ilegalmente. Lo acusan de “blanquear” la situación de los secuestrados para pasarlos a disposición del Ejecutivo Nacional.
Eduardo “Curro” Ramos
Integró el Departamento de Informaciones de la Policía Santafesina (D2).
Héctor “Pollo” Colombini
Durante la dictadura estuvo en el D2. Lo sindican como un integrante clave de “la patota”. Ya en democracia, llegó a ser director Drogas Peligrosas.
Domingo Marcellini
Ex jefe del Destacamento de Inteligencia del Ejército que funcionaba cerca de la esquina de Juan de Garay y Avenida Freyre. Su papel era clave porque los datos allí recogidos determinaban quién iba a ser “chupado”. Además, era el encargado de las relaciones públicas. Lo conocían como “el coronel de la guayabera”, por vestir generalmente la típica camisa caribeña.
María Eva Aebi
Carcelera de la Guardia de Infantería. Aseguran que tenía una participación activa en el movimiento y destino de las mujeres. Hay fuertes testimonios en su contra.
Mario Facino
Era el jefe de la Seccional Cuarta de Policía de Santa Fe. Allí se iniciaba el “circuito” para los secuestrados. Iniciaban los primeros interrogatorios y torturas “de ablande”. Seguirá detenido -con prisión domiciliaria-, por estar vinculado con otra causa por homicidio.




