Y después de 50 partidos consecutivos que llevaba “Tombo” sin dejar el arco sabalero, le tocó a Blázquez, por decisión de Astrada, convertirse en el titular. Y tuvo una noche estupenda, sobre todo en el primer tiempo, cuando cerró por completo el arco de Colón y se convirtió en responsable casi excluyente de la victoria parcial.
“Me parece que esa de Mendoza de media vuelta fue la más difícil. Yo desvié la pelota, me di vuelta y alambré que se fuera por encima del travesaño porque no estaba seguro de que así terminara”, dijo el arquero de Colón a la salida del vestuario rojinegro después del partido.
Pero además, Blázquez se refirió a dos temas puntuales. Primero, a la confianza que le dio Toresani al traerlo. “Yo le estoy muy agradecido a Julio, como así también a Ricardo Pancaldo, su ayudante de campo, porque para mí fueron fundamentales. Tengo de ellos un excelente recuerdo y no olvidaré jamás lo que hicieron por mí”, señaló el arquero, cuyo pase fue adquirido por Colón en un 50 por ciento y recordó que el último partido completo había sido hace casi dos años, cuando jugó con San Martín de San Juan el clásico cuyano frente a su homónimo de Mendoza.
El otro tema tiene también nombre y apellido: Laureano Tombolini. “Es mi amigo y además tuvo una actitud que, para mí, lo honra. Hoy se vino a Buenos Aires a acompañar al equipo. Lo que hizo Tombo fue espectacular, porque aún con el dolor de haber dejado el equipo, se tomó el trabajo de viajar a vernos y estar junto a nosotros. Obvio que a mí me dio toda la confianza, me pidió que esté tranquilo y seguro y también me dio otros consejos que me ayudaron muchísimo, pero con su presencia bastaba”, señaló hasta con algo de emoción el ayer arquero de Colón.





