La estatal petrolera brasileña Petrobras anunció este lunes que descubrió un nuevo yacimiento de petróleo de buena calidad en la Cuenca de Espíritu Santo, al norte de Río de Janeiro.
‘‘Las primeras estimativas indican potencial de 150 millones de barriles de petróleo recuperable’’, indicó la petrolera. La perforación fue hecha en el campo Golfinho, a una profundidad de 1.374 metros bajo el agua.
El área, en la que Petrobras es la única concesionaria, ‘‘abre nuevas perspectivas exploratorias para la zona’’. Además, indicó la empresa, tiene la ventaja de estar ubicada muy próxima a infraestructura ya instalada por Petrobras, lo que puede facilitar una rápida entrada en producción.
Aunque mucho más modesto, el anuncio se suma a las buenas noticias divulgadas en los últimos meses por Brasil, que descubrió varios yacimientos millonarios en la Cuenca de Campos, al sur de Río de Janeiro.
Esos yacimientos, de petróleo de alta calidad, pueden ser parte de lo que el país ya definió como una nueva región petrolera mundial, aunque su extracción es mucho más difícil, ya que ese crudo se encuentra a miles de metros bajo el mar, bajo una gruesa capa de sal.
Petrobras hizo este anuncio coincidiendo con una huelga de sus trabajadores de las plataformas de Campos, de donde Petrobas extrae diariamente 80% de los 1,8 millones de barriles de crudo que produce diariamente. La empresa anunció que
la producción prácticamente está garantizada en su totalidad (96%) a pesar de la huelga.
Inversión boliviana
Por su parte el presidente de Bolivia, Morales, inauguró ayer las obras de una planta que aproximadamente en un año permitirá la industrialización de gas y su exportación al Brasil.
La planta será construida en la localidad de Río Grande, en el departamento oriental de Santa Cruz, y servirá para extraer las sustancias licuables del gas. El trabajo fue adjudicado a la sociedad Catler Uniservice, una compañía con operaciones en Bolivia, Argentina, Brasil y República Dominicana. El costo del contrato es de 86,3 millones de dólares.
Morales dijo que la planta será financiada totalmente por el Estado sin recurrir a créditos, ni socios privados y debe estar lista en 340 días, según el compromiso de Catler Uniservice, participada por capitales argentinos y bolivianos.
Según el gobernante, este proyecto puede provocar “celos” en las empresas privadas del sector o en países vecinos, pero su país debió hacer esta inversión porque quiere dejar de ser dependiente de la importación de combustibles. .
La planta tendrá una capacidad de producción de 260 toneladas diarias de gas licuado de petróleo y 450 barriles diarios de gasolina, según un boletín de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Brasil aceptó en 2007 pagar a Bolivia un precio más alto por el gas natural que tiene componentes ricos y desde entonces ha acumulado una deuda de 100 millones de dólares que Morales reclama a su homologo brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva. .
Precisamente Lula visitará a Morales en la amazonía boliviana el próximo viernes para concretar un crédito de 230 millones de dólares destinados a la construcción de una carretera en esa región. A la cita también asistirá el mandatario venezolano, Hugo Chávez.





