Principales puntos del discurso En un discurso a la nación, retransmitido por las cadenas principales el país, Bush adoptó un tono diferente a sus pasadas intervenciones y comenzó con un reconocimiento de que las cosas no van bien en el país mesopotámico. El presidente norteamericano dijo que la violencia en Irak "ha dejado en nada los avances políticos" en ese país y que la estrategia de los insurgentes de instigar un conflicto sectario con ataques contra los chiíes "ha funcionado". "La situación en Irak es inaceptable para los estadounidenses y es inaceptable para mí", dijo Bush desde la biblioteca de la Casa Blanca. Además admitió que su país ha cometido errores en Irak y aseguró que en esos casos "la responsabilidad es mía". Con ese preámbulo, pasó a explicar el cambio en la estrategia en Irak, que se esperaba desde después de la victoria demócrata en las elecciones legislativas de noviembre en EEUU, debida en gran parte por el cansancio de los votantes con la guerra. Pedirá 6.800 millones de dólares El presidente de EEUU, George W. Bush, pedirá 6.800 millones de dólares para su nuevo plan sobre Irak, de los que la mayoría se destinarán a financiar el envío de 21.500 soldados más a ese país. Fuentes oficiales precisaron que esa cantidad se dividirá en una partida de 5.600 millones para el refuerzo de tropas y otra de 1.200 millones de dólares para proyectos de reconstrucción y empleo. Es una importante inyección económica que Bush justificará por la necesidad de dar apoyo inmediato as fuerzas de seguridad y al Gobierno iraquíes para frenar la creciente ola de violencia confesional. Para ello, Bush ordenará el envío de 17.500 soldados a Bagdad y de otros 4.000 a la provincia de Al Anbar, que se sumarán a los casi 140.000 que actualmente cumplen su misión en territorio iraquí. Los refuerzos se desplegarán de forma gradual y casi inmediata porque, según las mismas fuentes, la primera brigada partirá a su nueva misión el próximo lunes, día 15. El compromiso tiene un límite Bush esperó hasta después de la publicación en diciembre del informe del Grupo de Estudio sobre Irak, convocado por el Congreso, para enunciar su nueva estrategia. En el pasado, EEUU ha lanzado campañas en la capital, pero fracasaron, según reconoció Bush, porque "no hubo suficientes tropas, ni iraquíes ni estadounidenses, para proteger los barrios que habían quedado despejados de terroristas e insurgentes". Además, 4.000 soldados del contingente adicional serán destinados a la provincia occidental de Al Anbar, que Washington considera el reducto principal de la red Al Qaeda en el país. Lo que Bush no dijo en el discurso es cuánto tiempo se quedarán los refuerzos en Irak, que se añaden a los 132.000 militares actualmente en el país. "El compromiso de Estados Unidos no es indefinido. Si el Gobierno iraquí no cumple sus promesas, perderá el apoyo del pueblo estadounidense", afirmó el presidente. Promesas desde Irak Según Bush, el primer ministro de Irak, el chií Nuri al Maliki, ha prometido dar luz verde a las fuerzas estadounidenses e iraquíes para actuar contra la violencia sectaria. Al Maliki también se ha comprometido a revisar la ley que impide detentar cargos públicos a miembros del partido Baaz, de Sadam Husein, que fue decretada por el propio gobierno provisional de Estados Unidos tras la invasión. Bush señaló que el Gobierno iraquí pretende asumir la responsabilidad de la seguridad en todas las provincias en noviembre. Actualmente sólo la tiene en tres. Bush dijo que analizó con calma la propuesta de retirar de forma gradual las tropas, como han pedido los demócratas, pero concluyó que hacerlo en este momento "ocasionaría el colapso del Gobierno iraquí, desintegraría el país y resultaría en asesinatos masivos de una escala inimaginable". En su discurso también apuntó el dedo a Irán y Siria, dijo que permiten a los insurgentes usar su territorio para entrar y salir de Irak. Además, afirmó que Irán respalda a algunos escuadrones de la muerte chiíes y provee de material militar que se usa contra las tropas de EEUU. "Interrumpiremos el flujo de apoyo de Irán y Siria", prometió. Al resto de los países de la región, el presidente estadounidense les dijo que "deben entender que una derrota estadounidense en Irak crearía un nuevo santuario para los extremistas y supondría una amenaza estratégica para su supervivencia". "Deben aumentar su apoyo a un gobierno de unidad nacional en Irak", dijo Bush. EFE




