En Santa Fe, en el templo ubicado en Padre Genesio 1644, las misas se celebrarán a las 0.30, 7, 9, 11, 14, 15.30, 17, 21 y 22.30. A las 18.45 será la procesión y misa principal, que estará presidida por el arzobispo Mons. José María Arancedo. Como es habitual, el templo permanecerá abierto durante todo el día para aquellos fieles que quieran acercarse. También habrá sacerdotes disponibles para realizar confesiones. El significado de la festividad El lema de este año es: "San Cayetano: que el pan que nos concedes nos lleve a la comunión con los otros". El pedido "refleja la experiencia de buena parte de la humanidad, porque el pan es lo de cada día para el hombre", consignó el párroco Edgar Stoffel. "En casi todas las culturas, el pan aparece como símbolo de la vida humana, ya que él alimenta y hace posible la misma". "Cuando falta el pan, la vida diaria se torna un morir un poco cada día, un anuncio de la muerte definitiva". En cuanto al trabajo, el sacerdote explicó que "la vida cada día se da como búsqueda y lucha por el pan, el cual no puede ser obtenido sino con el sudor de la frente, en la actividad laboral". El trabajo "expresa nuestra intención como hombres de mantenernos, conservarnos y perpetuarnos en la vida (...). En este sentido, podemos decir que el trabajo alegra nuestro corazón". "Sin embargo, este mismo trabajo pone de manifiesto un aspecto penoso de la existencia, ya que la labor de cada día nos cansa y nos desgasta. Un carácter penoso que adquiere una dimensión que lastima cuando se carece de trabajo ya que a través de la desocupación se le cierra al hombre la posibilidad de responder a la naturaleza que Dios le ha dado y de luchar por la vida". "Habría como una tercera situación que se da cuando el hombre no quiere trabajar ya que con esta actitud se está negando a su vocación y por lo tanto ingresa en la dimensión de lo pecaminoso". "En todas estas situaciones -aunque con perspectivas diversas-, el hombre toma conciencia de la muerte como realidad: en el primer caso, porque no lo puede todo por sí, en el segundo porque se queda marginado del banquete de la vida, en el tercero porque el pecado es la puerta de entrada de la muerte". "Lo cotidiano en nuestra existencia es el disfrutar del trabajo y de los frutos que de él se obtienen y por ello la maldad de impedir que otros trabajen, de no querer trabajar o de hacer mal nuestro trabajo", consignó. "El gozo del trabajo se expresa en la recepción de un salario justo, del descanso al final de la jornada que adelanta el del domingo, el de compartir el pan con los compañeros y con la familia que son las razones que justifican el hecho de trabajar".




