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Dos localidades de la provincia de Santa Fe, Chabás y Casilda decidieron ayer a la tarde cerrar espacios públicos y privados, para evitar contagios en la población del virus H1N1. Hoy a la mañana, el ministro de Salud, Miguel Ángel Cappiello, se mostró contrario a esa medida que según admitió en el caso de Chabás se tomó sin consultar a las autoridades de la cartera sanitaria provincial. “Hay que bajarle la psicosis a la gente, nosotros estamos trabajando bien”, apuntó el funcionario.
Casilda fue la primera localidad de la provincia que dispuso esta medida drástica para evitar contagios de la gripe A. En esa ciudad del sur provincial, donde viven 40 mil habitantes, se confirmaron 20 casos de H1N1 y hay otros 40 sospechosos.
“El decreto entró en vigencia este mediodía y se extenderá hasta el miércoles próximo. La normativa expresa que están suspendidas durante ese período todas las actividades sociales, de esparcimiento y deportivas que puedan facilitar el contagio de la gripe A”, señaló Juan Carlos Bacalini, intendente de Casilda.
Esa ciudad, ubicada a 55 kilómetros de Rosario sobre la Ruta Nacional 33, comenzó a tomar una fisonomía extraña a partir de la caída de la tarde, un síntoma que a la noche se hizo mucho más crudo. “Parecía un pueblo fantasma”, graficó un casildense. Ni siquiera se jugará hoy el partido de la liga de fútbol regional.
Bacalini aclaró que la decisión de cerrar los lugares públicos y privados se tomó después de consultar al Ministerio de Salud provincial. “Nos aconsejaron seguir esta conducta, debido a la elevada tasa de población infectada”.
Después de que en Casilda se dispusiera el cierre, en la localidad de Chabás decidieron tomar la misma medida, pero no por la cantidad de contagios de la gripe A, ya que se detectó un solo caso, sino por temor a recibir “la demanda insatisfecha” de Casilda.
Osvaldo Salomón, jefe comunal de esa localidad, detalló que se “suspendió” la actividad en bares, restaurantes, ciber, clubes excepto las rotiserías, desde las 21 de viernes hasta las 8 del domingo. “Estamos a 25 kilómetros de Casilda, y nuestro objetivo es prevenir la enfermedad, y que no vengan casos desde afuera”.
Cappiello se mostró disconforme con esa decisión. Desde Salud temen que otros jefes comunales dispongan medidas de ese tipo. En Pujato, que también está cerca de Casilda, hoy estaban analizando seguir el camino de Chabás.




