La ira y la amargura dominaban este sábado entre los hinchas surcoreanos tras la derrota de los Diablos Rojos el viernes frenta a Suiza (0-2), en el Mundial-2006 de Alemania, que terminó con sus sueños de repetir la hazaña de 2002, cuando alcanzaron las semifinales en casa. ``Pelearon bien pero no tuvieron suerte'', lamentaba un estudiante de sociología de 20 años, uno de los 170.000 hinchas congregados en un parque de Seúl soñando con otra proeza. ``Los árbitros fueron parciales'', acusaba el joven analizando la derrota con unos amigos. ``Estoy extenuado. Ni siquiera puedo caminar'', dijo con la voz ronca de tanto gritar. La defensa surcoreana fue víctima de un arbitraje confuso en el segundo gol de Suiza (0-2) cuando el argentino Horacio Elizondo no pitó un penal aunque el linier hubiera levantado el banderín. ``El segundo gol fue ridículo. El linier había levantado el banderín y no había gol'', comentaba irritado Kim Young-Jin, un empleado de 50 años. ``Los jugadores demostraron su espíritu combativo. Lucharon hasta el final'', añadió. Esa derrota elimina por sexta vez (1954, 1986, 1990, 1994, 1998, 2006) a los Diablos Rojos en sus siete participaciones en la primera ronda de una Copa del Mundo. Horas antes del partido, casi 1,7 millones de personas salieron a las calles de todo el país vestidos de rojo gritando ``¡Daehan Minguk!'' (República de Corea). Sung Mi-Sun apenas podía contener las lágrimas: ``Corea lo dio todo. Pero no lograron concretar las ocasiones. Pensaba que llegarían a octavos de final y estaba muy animada'', comentaba la joven. Por su parte, la prensa se tomaba el mal tiempo con buena cara, felicitando a los jugadores: ``Perdimos pero fuimos felices en junio'', dice el diario Choseun, que en portada publica una fotografía del linier levantando el banderín. ``Corea del Sur fue mejor que nunca... pero la diosa Fortuna no nos fue favorable'', se consuela, antes de prometer: ``Seguiremos soñando en 2010 en Sudáfrica''. Fuente: AFP




