Publicado por O sea - Espacio Joven
Desde ahora se deberá decir que fue la noche del viernes 12 de septiembre de 1986 en Plástico Disco. Hasta el boliche de 25 de Mayo al 3.400, de la Recoleta santafesina, llegó al atardecer un puñado de admiradores de lo que por entonces era una rara incipiente banda de rock ¿argentina? liderada por un exótico pelado italiano que cantaba en inglés, Luca Prodan. Sumo acababa de editar en mayo por Sony Music lo que puede considerarse su tercer disco: “Llegando los monos” (si se cuenta como primero “Corpiños en la madrugada” -se vendía en cassettes en recitales-). Todavía no se habían masificado temas de la placa como Los viejos vinagres, NextWeek y Heroína. Al show lo habían presentado en distintos boliches y espacios culturales de Buenos Aires. Venían de tocar el domingo 7 de septiembre de aquel ‘86 en un boliche que se llamaba Majestic Disco, de Sarandí. Entonces fue cuando surgió la propuesta de venir por primera y única vez a Santa Fe.
“Cómo habrá sido de under por entonces la banda que yo había ido a ver a Sumo al Cemento de Chabán y su novia Ktaja Alemann, y también al Chateau Rock, y hasta hoy no sabía que habían venido a tocar a Santa Fe”, confesó sorprendido el periodista especializado del rock Enzo Bergesio, al ser consultado sobre esta anécdota que ya comenzaba a transformarse en mito urbano. “Y quiero que lo publiques”, pidió.
Por entonces la banda era: Luca en la voz, Diego Arnedo en bajo y voz, Germán Daffunchio en guitarra y voz, Roberto Pettinato en saxo, Ricardo Mollo en guitarra y voz, y Alberto Súperman Troglio en batería. En los archivos de El Litoral no existía hasta hoy una reseña del evento que fue promocionado a-penas de boca en boca por los adolescentes tarjeteros de Plástico Disco (algunos ni siquiera conocían a Sumo). La tarjeta de invitación era la imagen de la tapa del disco “Llegando los monos” (ver imagen). Y llamativamente el horario previsto para el inicio era las 19 (no existían los teen agers).
Adentro de Plástico los esperaba el escenario. El boliche abrió sus puertas como cada viernes. Entrada la noche comenzaron a llegar algunos pibes con remeras de Sumo y otros curiosos que querían saber de qué se trataba. Confundido entre algunos pocos estaba otro músico y periodista del palo, Hugo Trédici. “Estuve ahí. No entré porque se comentó que se había suspendido. No tengo claro si faltaba la plata para pagarle a la banda o si había poca gente. Aunque una cosa explica la otra. Había unas 150 personas. Cuentan que Luca estaba tomando lisos a la vuelta, en Quico (hoy se llama Punto Q). Pero yo no lo vi”, relató Hugo.
“Había ido para hacer el comentario en mi programa de radio “La Placa”, que salía los sábados y domingos de 20 a 21, en la vieja FM9 (hoy FM Láser). Creo que el Chento (FM Láser) también había ido. Yo recién comenzaba en la radio. Y fue un bajón, porque lo quería ver. Me interesaba. Todavía no estaba impuesto como se impuso dos años después”, continuó Hugo Trédici. Y explicó: “Era underground. Los temas más conocidos de Sumo, como La rubia tarada, no tenían difusión”.
Al igual que Bergessio, Trédici también estuvo en aquel recital del Chateau Rock. “Lo vi en Buenos Aires antes de que vengan, en un teatrito que se llama “Del Centro”, en calle Cerrito, y en el Chateau Rock, en el ‘87; y después ví a los Sumo ya sin él (Luca Prodan; murió el 22 de diciembre del ‘87), en el ‘88. Cantó Mollo y sonaban igual”.
El testimonio que más detalles ofrece para destruir el mito de si Sumo vino o no a Santa Fe, si tocó o no, y qué hizo la banda, es el de aquellos adolescentes tarjeteros, hoy tipos de 40. Gustavo y Frenchi son dos de ellos. Y aportaron sus recuerdos. “No había mucha. Fue raro. Esto no se explica. Pasa solamente en Santa Fe”, dijo Gustavo. Los tarjeteros de Plástico estábamos esperando para verlos. Entramos y nos quedamos en la barra. Entonces aparece Luca caminando. Daba vueltas y después se fue. Se suspendió. Después decían que lo vieron acá, allá, que comió un asado en Guadalupe. Pero lo único que yo te puedo asegurar es que vino, que lo ví y que no tocó”.
La anécdota que atesora Frenchi es quizá el testimonio más valioso de Sumo en Santa Fe. “Los que escuchábamos Sumo en la primera época éramos pocos. Esa noche estábamos adentro del boliche esperando cuando nos avisaron que se había suspendido. Entonces, con otro amigo, el “Indio”, preguntamos dónde estaban parando. Nos respondieron que estaban en el hotel Corrientes. Así fue que subimos al auto y rajamos para allá”, relató.
“Cuando llegamos vimos el micro en la puerta. Nos acercamos y vimos que Luca estaba arriba. Nosotros éramos unos pibitos. Nos mandamos y preguntamos si podíamos hablar con él. Nos dejaron subir al cole y pudimos conversar un rato con Luca”, revivió emocionado Frenchi, y continuó: “Estaba tranquilo. Yo saqué del bolsillo una tarjeta del boliche de esa noche, que tenía la tapa de “Llegando los monos” y le pedí que me la autografiara. Entonces Luca me preguntó: ‘¿Cómo te llamás?’ Le dije Frenchi (apodo). ‘Frenchi, Frenchi... -se puso a pensar, colgado, Luca-, Frenchi Berutti’, dijo, y se cagó de risa. ‘Frenchiberruti, ¡la concha de tu madre!’, gritó, y me explicó: ‘Yo tenía una novia en Berutti que me dejó’, y terminó de escribir en la tarjeta: ‘French y Berruti... la concha de tu palo borracho’, y la firmó. Me apretó la mano, me miró y creo que vió mi cara de nene y dijo: ‘Esto no lo muestre a su mamá’".
Discografía de Sumo:
Divididos por la felicidad 1985
Llegando los monos 1986
After Chabón 1987
Fiebre 1989
Corpiños en la madrugada 1992 (reedición)






