Por Cintia Roland
Con la presencia del gobernador Hermes Binner y la intendenta Ana Meiners, se desarrollaron los actos oficiales de la Fiesta Nacional de la Agricultura, organizada por la Comisión Central de Festejos y Homenajes, consagrándose como nueva soberana María Florencia Bertolio.
En la oportunidad, la intendenta municipal Ana María Meiners, sostuvo que “celebrar es propio de todas las sociedades y de todas las culturas. Porque las sociedades definen sus culturas a partir de aquello que celebran, como así también de aquello que repudian. Aquí, en esta tierra, en esta ciudad de Esperanza se celebra el trabajo, porque el trabajo honesto como forma de alcanzar metas y objetivos generosos, es decir, como medio para ganarse la vida y aportar a la comunidad; ennoblece, dignifica”.
Más adelante sostuvo que “una sociedad que no sustenta su progreso en el trabajo habrá de construir castillos en el aire, y peor aún, una sociedad que se sustente en el trabajo sólo de algunos será una sociedad injusta que camine hacia su propia destrucción. Celebremos entonces. Pero no olvidemos por qué y para qué trabajamos”.
Y abogó para que “esta celebración sea mucho más que una fiesta. Que sea el anuncio de una comunidad que vuelve a sus valores más elevados. Porque las fiestas son para divertirse y las celebraciones son para recordar el valor de las cosas, el sentido profundo de lo que hacemos y de lo que somos. Es importante que el Estado promueva la celebración de aquellos valores que enaltecen a la sociedad y no que sólo le procure diversión. La agricultura ha hecho grande a esta tierra, tanto como la industria y el comercio. Por eso esta celebración que nos une a todos los esperancinos y, como hace más de 150 años, a todos los hombres de buena voluntad que han querido habitar el suelo argentino”.
Finalmente, Ana Meiners invitó al trabajo conjunto y a la celebración de los valores característicos del pueblo esperancino. “Hoy, como en aquel entonces, vivimos el tiempo de la siembra, y aunque volver a sembrar la semilla del amor y la verdad nos cueste muchas veces el dolor de la incomprensión y el oprobio de los que ni aman ni son verdaderos, los invito, con humildad y valentía, a seguir sembrando, porque confío en que la cosecha se hará cantando la alegría de lo bueno y lo compartido”.
Para el gobernador Hermes Binner “es un motivo de orgullo santafesino estar hoy en una de las fiestas que por su motivación nos distingue en el conjunto de las provincias argentinas”, recordando además la gesta colonizadora que tuvo en Esperanza uno de sus exponentes más fructíferos. “Aquí vinieron a trabajar, a clavar la reja del arado en la tierra, a sembrar una sociedad nueva a partir de la producción y del trabajo”.
“Esas 102 familias suizas, esas 54 familias alemanas, esas 28 familias francesas y esas 6 familias belgas -señaló Meiners-le dieron a esta tierra la sangre y la nutriente para construir uno de los hitos más importantes de Sudamérica y uno de los valores fundamentales de la provincia de Santa Fe. Aquí, como bien lo afirma el escudo esperancino, se concretó la subdivisión de la propiedad, en función de la unidad productiva, para que las familias se enraizaran con la tierra y creciera así una nueva sociedad. Aquí a la tierra se la vio en sentido productivo, en el sentido de construir una nueva sociedad, y si este modelo se hubiera aplicado en todo el país, indudablemente que la situación de Argentina hoy sería otra, sería la de aquellos países que triunfaron en base al trabajo y la producción. Nosotros tenemos que rescatar esta historia porque es una historia viva que nos distingue”.
Sobre el tramo final de su discurso, el gobernador tuvo palabras destinadas al reciente conflicto entre el gobierno nacional y el campo. “Los convocamos a todos a hacer flamear la celeste y blanca en nuestros corazones, a buscar el diálogo, a buscar el entendimiento con el gobierno nacional para que entienda que el campo no quiere el fracaso del gobierno, sino el trabajo conjunto con la Nación para construir entre todos una Argentina solidaria y fraterna que nos integre como hermanos. Por eso estamos seguros que hay tiempo para juntos construir la Argentina que soñaron esas familias colonizadoras que hoy reivindicamos y celebramos en esta tierra de la esperanza, que nos tiene que nutrir a todos los argentinos”.
Luego, autoridades, invitados y el público, compartieron un espectáculo a cargo de un grupo de músicos y bailarines de Esperanza que pusieron en escena el montaje “Raíz y Frutos de la Inmigración”. Seguidamente se realizó el desfile de las reinas, encabezado por la soberana saliente, Rocío Donalisio y en el que participaron invitadas especiales y las candidatas al trono.
Reina nacional
Tras una ardua tarea del jurado, fue electa Reina Nacional de la Agricultura 2008, María Florencia Bertolio (Reina Nacional de la Soja); la joven representa al Club Villa Mitre de Tafí Viejo (Tucumán) y proviene de Arequito. Fueron consagradas 1º princesa Melania Maldonado (Reina Nacional del Olivo) y 2º Ana Ruth Mudad (Reina Nacional del Limón).
Por otra parte, esta tarde Día Nacional del Agricultor, a las 17.30 se realizará la procesión y luego el arzobispo de Santa Fe, Monseñor José María Arancedo oficiará la Santa Misa.
En tanto, a las 19.30 se presentará la Orquesta Filarmónica de la Sociedad Suiza Guillermo Tell. Finalmente, habrá un baile popular con la actuación de los grupos La Clave, La Sonora D’ Irse y Los Calegaris.
El show de Spasiuk
De la tierra de la yerba mate, de Apóstoles en la provincia de Misiones, llegaron los acordes del mítico bandoneón del “Chango” Spasiuk, cuya presencia fue estelar en esta fiesta. Acostumbrado a deleitar con su mística, Spasiuk trajo su música del nordeste argentino, abarcando desde lo más tradicional hasta lo más elaborado. El público, con su presencia y aplausos, acompañó la mixtura de ricas sonoridades en las que se mezclaron polcas, rancheras y rasguidos dobles.
En tanto, como cierre de esta tradicional fiesta, actuó el grupo humorístico tucumano QV 4 integrado por Daniel Saldaño, Agustín Pérez Albert y Gustavo Parrado.
En un destacado show, con mezcla de humor y música, el grupo compartió canciones clásicas de diferentes géneros, en un espectáculo donde preponderó la originalidad y la gracia, más allá del humor.






