Hace unos días un accidente en un parque de barrio Las Flores I entristeció a los vecinos. Alrededor de las 13:30, después de salir de la escuela Malvinas, una menor de seis años jugaba junto a su hermano y amigos, en la placita ubicada en Florencio Molina entre Azopardo y Europa. En un momento se deslizó por un tobogán y llegó al piso en una mala posición, golpeándose la cabeza y el pecho.
Al rato, su hermano mayor la acompañó hasta su casa, ya que no se sentía bien. Le contó a su madre lo ocurrido y que le dolía la cabeza, decidieron trasladarla al hospital Mira y López, luego los signos vitales de la pequeña fueron disminuyendo y la trasladaron muy grave al hospital Alassia, donde llegó con un paro cardiorrespiratorio para luego morir por una hemorragia pulmonar masiva.
Sobre el caso fueron consultados por El Litoral el Dr. Candioti y el Dr. Ledesma, médicos del Alassia y Mira y López respectivamente, quienes comentaron que son comunes estos tipos de casos, de niños que llegan con distintos traumatismos ocurridos en los juegos, ya sea en su casa o en un parque, pero nunca con las características gravísimas del accidente de la nena de Las Flores.
Cómo y quién los hace
La manutención de las plazas santafesinas y espacios públicos, está a cargo de las distintas dependencias de la Municipalidad de la ciudad, incluso los juegos para niños.
En una recorrida por algunas que fueron revalorizadas en este último tiempo, se pudo ver que hay entretenimientos que son peligrosos, ya sea porque están en muy mal estado o porque son construidos sin demasiado criterio.
Por ejemplo, el tobogán por donde se arrojó la niña de Las Flores media más de 2 metros y en su llegada al piso no había ninguna protección -días después de la muerte de la menor fue sacado del lugar.
Sobre el armado y cuidado de los juegos fue consultado el arquitecto Edgardo Ragalli, secretario de Obras Públicas municipal, quien explicó que es la división de construcciones quien se encarga del mantenimiento de los juegos, no de las plazas en general.
``Quiero aclarar que en nuestra gestión no pusimos ningún tobogán, consideramos que es un juego muy peligroso, sí pusimos hamacas, calesitas, subibajas, pero ningún tobogán'', manifestó el funcionario minutos después de empezar la charla.
Sobre cómo se hacen los arreglos de aquellos artefactos que estén deteriorados explicó que si tienen capacidad operativa, se hace por administración municipal, caso contrario, se licita. ``Cuando es un trabajo importante contratamos a terceros como, por ejemplo, en las plazas del centro, en la Alemana, en el Paseo de las Dos Culturas'', explicó Ragalli.
Si bien el arquitecto dijo que en la actual gestión municipal nunca se instalaron toboganes por el riesgo, otros siguen subsistiendo en la mayoría de los parques. En algunos casos son de chapas, muy altos para niños pequeños y algunos están rotos. ``Nosotros no ponemos, pero sí arreglamos los que estaban y los dejamos, depende de las condiciones en las que estén. También a veces los mismos vecinos nos piden que los retiremos o los arreglemos'', dijo Ragalli quien hizo hincapié en que ``al de Las Flores lo sacamos por el pedido de los padres de la nena fallecida, no pensábamos quitarlo pero lo exigieron después del accidente''.
Cabe aclarar que el control de los hijos es responsabilidad de los padres, pero las fatalidades ocurren y esos juegos riesgosos están a disposición de los menores.
``Siempre los juegos son peligrosos y esos son los que los chicos piden, los que implican más emoción, son tradicionales'', dijo el arquitecto.
Sobre la selección de los entretenimientos se supo que las empresas tienen catálogos con las alternativas y ``en la dependencia de Construcciones saben cuáles son los más pedidos, esos son los que instalamos dentro de las condiciones de seguridad'', comentó el secretario.
Contra el vandalismo
Algo que no se puede eludir, si se habla del deterioro de los parques de la ciudad, son los hechos de vandalismo que sufren y en las condiciones en las que quedan. ``Mantener una plaza cuesta mucho dinero, es difícil, porque son atacadas permanentemente y con nuestra capacidad operativa a veces no alcanzamos a cubrir la demanda de arreglos'', dijo Ragalli y nombró algunas plazas que fueron rotas incluso antes de que las obras se terminaran:
``A la semana de instalar unos reflectores muy lindos debajo de los árboles de la España, los rompieron y los robaron. Es complicado encontrar soluciones a ese tipo de actitudes, pusimos rejas, candados, pero igual las destruyen. En la Pueyrredón también''. Otro ejemplo, son las fuentes que fueron iluminadas y ya hay algunas que no tienen luz. La cartelería es otro blanco común, ``a veces antes que la empresa termine de instalarlos'', manifestó Ragalli.
Sobre la posible solución al problema el secretario de Obras Públicas explicó que la gente debe entender que son lugares y juegos públicos para el uso de todos.






