“Acá se creen Fangio”, dijo Ismael mientras caminaba a pocos metros de la ciclovía que corre paralela a calle Vélez Sarsfield. Desde que se difundió que hay un radar en la avenida costanera, muchos automovilistas eligieron esa calle para ir a Guadalupe.
El vecino admitió que “a veces no se puede cruzar, porque es un peligro” y planteó que a su parecer tendría que haber más lomos de burro para que la gente “venga más despacio” y que la calle tendría que ir en sentido norte-sur.
Asimismo, la propietaria de una dietética ubicada sobre esa arteria, en una esquina a pocas cuadras de la intersección con bulevar Gálvez, explicó que “ahora, a raíz del radar, hay más movimiento, más tránsito”. Sin embargo, y mientras atendía a un cliente, reconoció que esta calle “siempre la tomaron para ir más rápido”.
Valeria, otra de las personas requeridas, opinó que sobre Vélez Sarsfield siempre hubo mucho movimiento, sobre todo porque es una vía de acceso hacia el norte de la ciudad, donde -recordó- funcionan además dos importantes casas de estudios como la Universidad Tecnológica Nacional y la Universidad Católica. Mientras que otra vecina consultada coincidió en que históricamente Vélez Sarsfield fue una calle de continuo movimiento, y puso de relieve la necesidad de que se realicen más controles, porque “en esa zona vive mucha gente mayor”.




