La presidenta del Centro Regional del Comercio, la Industria, Agricultura y Ganadería de Santo Tomé, Marcela Riestra, manifestó su completo apoyo al perfil de la obra acordado por los municipios santotomesino y santafesino.
Para la dirigente empresarial “es correcto que el tránsito pesado sea desviado por la autopista (Santa Fe-Rosario, proveniente de la Circunvalación Oeste) porque ese es el lugar ideal para que pase. Me parece bien que la traza del nuevo puente sea exclusivamente para el tránsito liviano”.
Tras recordar que la cabecera del lado Santo Tomé se interna “en medio de la ciudad”, Riestra subrayó que el ejido urbano santotomesino se expande hacia el sur y que imponer allí el paso de camiones provocaría un gran desorden.
Explicó que “durante años se solicitó y finalmente se logró que fueran los camiones por la autopista”, quitándolos de las avenidas Luján y 7 de Marzo. “Nuestra posición ha sido siempre que no se diseñe una autopista en altura en el entramado de calles de la ciudad, como las que vemos en Buenos Aires. Una intervención de ese tipo, de tanto impacto, con expropiaciones, cambiaría la fisonomía, la traza urbana y la vida cotidiana de Santo Tomé”, destacó.
Ante otra pregunta, remarcó que “usar la autopista en lugar de la traza del nuevo puente no significa para el tránsito pesado un desvío tan terrible, no es que los camiones se tienen que desviar 50 km... no son más de 10 km”, graficó.
Mencionó que años atrás se hicieron estudios para determinar el impacto económico del paso de camiones en la ciudad, y “el resultado fue muy claro: no paran, no cargan combustible, no utilizan los servicios gastronómicos ni de ningún otro tipo. El tránsito pesado no nos dejaba absolutamente nada en términos económicos”.
“Lo positivo -reflexionó Riestra- es que el puente se haga: comenzó con una administración de una bandería política, se construirá con otra, y se terminará con quién sabe qué partido político. Debemos aprender que las iniciativas buenas son lo que realmente importan, que lo que importan son las obras, no sus circunstanciales actores”.




