Antonio Bussi habló hoy ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal que lo juzga por delitos de lesa humanidad cometidos durante la pasada dictadura y defendió el accionar de las Fuerzas Armadas durante la década de los setenta.
El militar insistió en que se trató de una guerra contra “bandas de delincuentes terroristas organizadas, equipadas desde el extranjero y con ideología marxista leninista”. Insistió en que Tucumán fue el epicentro de esta guerra y en que “por tratarse de una guerra son aplicables los convenios de Ginebra y el Estatuto de Roma, deliberadamente omitidos” en este juicio.
Bussi planteó que en estos momentos se “tergiversan actos de la guerra, universalmente reconocidos, para presentarlos como delitos. Las muertes en combate están siendo presentadas como asesinatos; los detenidos de guerra, como detenidos ilegales. No me sorprende, entonces, que no aparezcan los antecedentes penales de algunos testigos presentados por la Fiscalía”.
Poco antes, el Tribunal había ordenado nuevo cuarto intermedio solicitado por la defensa de Antonio Bussi, quien pidió la presencia del forense que ayer concluyó que el ex represor está en condiciones clínicas de afrontar el juicio en marcha.
Como el fiscal general Alfredo Terraf se opuso a la cuestión previa interpuesta por la defensora oficial que asiste a Bussi, Amalina Assaf, el magistrado Gabriel Casas, que conduce la audiencia de debate, resolvió el receso para decidir si correspondía citar al médico José María David para que dé precisiones sobre el estado de salud del militar retirado.
El Tribunal se limitó a leer hoy la parte resolutiva de la sentencia por la que se había dispuesto el auto de elevación a juicio de la causa contra Antonio Bussi y Luciano Benjamín Menéndez por la desaparición del ex senador Guillermo Vargas Aignasse, en 1976.
Luego de haber leído íntegramente el requerimiento del fiscal Emilio Ferrer, la Secretaría del tribunal sólo se limitó a consignar lo que había resuelto Daniel Bejas el 27 de diciembre de 2007, que posibilitó el actual desarrollo del juicio oral, tras lo cual quedó abierto el debate.
‘El hecho, que ofende a la familia humana, formó parte de un ataque sistemático puesto en marcha por el Estado contra un determinado sector de la población, del que la víctima formaba parte‘, concluyó el requerimiento del fiscal federal Emilio Ferrer, con cuya lectura pudo terminar el tribunal antes de disponer a un cuarto intermedio de 15 minutos y dejar declarado abierto el debate.
El juicio se había iniciado el martes con la lectura de la acusación contra los dos militares imputados del homicidio del senador provincial justicialista Guillermo Vargas Aignasse, ocurrido el 24 de marzo de 1976.
Pero cuando aún no se había completado este trámite procesal, Bussi sufrió una aparente descompensación cardiaca por la que debió se internado en una clínica de Tucumán.
Autorización judicial
El miércoles, un médico forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación ratificó que el represor está en condiciones físicas de presentarse a la audiencia.
‘Actualmente (Bussi) se encuentra compensado y está en condiciones clínicas de participar de la audiencia de debate oral y pública‘, aseveró José María David, del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema.
El cardiólogo precisó que, si bien es cierto que el martes el militar retirado presentó un dolor precordial, por lo que fue internado (en una clínica privada), aunque los estudios que se le efectuaron ‘descartaron la presencia de un evento coronario agudo en curso‘.
Por el auto de elevación a juicio dispuesto el 27 de diciembre de 2007 por el juez federal subrogante Daniel Bejas, a partir del requerimiento del fiscal Emilio Ferrer se les imputó los delitos de violación de domicilio y violación ilegítima de la libertad agravada.
También se incluyen entre los delitos la aplicación de tormentos reiterados, homicidio calificado y asociación ilícita, en concurso real con el delito de genocidio, previsto por el Derecho Internacional.
Menéndez, que está alojado en los ex Arsenales Miguel de Azcuénaga, tiene una larga vinculación con Tucumán, porque entre 1970 y 1973 ejerció importantes cargos en la V Brigada de Infantería, entonces con asiento en Tucumán, y entre 1975 y 1979 encabezó el III Cuerpo de Ejército, del que dependía la unidad local, a la que solía visitar con frecuencia durante la dictadura.
Bussi encabezó la V Brigada de Infantería entre diciembre de 1975 y 1977, período durante el que desapareció Vargas Aignasse, y a partir del golpe de Estado ejerció la intervención militar de la provincia, período durante el cual desaparecieron o fueron asesinadas centenares de personas.
Tras el retorno de la democracia, Bussi fundó Fuerza Republicana, partido por el que fue elegido gobernador (1995-1999) e intendente de la capital tucumana -entre otros cargos- en junio de 2003, pero no pudo asumir, porque 15 días antes de la fecha prevista fue detenido por la causa ‘Vargas Aignasse‘, por la que ahora debe ser juzgado.
Télam/DyN/Redacción de El Litoral




