Los padres de Natalia Fraticelli fueron condenados en mayo de 2002 a prisión perpetua por el homicidio de la adolescente de 14 años que, según se informó en la causa, sufría retraso mental; ocurrido en 2000. La adolescente fue hallada muerta en la cama de su habitación de su casa en Rufino, con una bolsa plástica en la cabeza. La mañana del 20 de mayo de 2000 los padres llamaron a la policía, dijeron que habían salido la noche anterior, que su hijo adoptivo pernoctó en casa de su abuela y aseguraron que la joven fue asesinada por ladrones que no se llevaron nada de valor. Al día siguiente, Diesser fue detenida y Fraticelli, tras el proceso de destitución como juez, corrió igual suerte. La sentencia condenatoria consignó que ambos dieron un tranquilizante a la joven para luego estrangularla, porque la consideraban "un fracaso" en la vida. En agosto, ante sucesivas presentaciones judiciales, el caso llegó a la Corte Suprema de la Nación, que los benefició al dictar un fallo que admite la posibilidad de que se haya prejuzgado. La Corte ordenó dictar una nueva sentencia, con lo cual la defensa aprovechó para pedir la excarcelación. El juez de sentencia de Melincué, Fernando Vidal, rechazó la excarcelación y alegó para ello que Fraticelli y Diesser podían escapar, pero los abogados apelaron a la cámara y consiguieron un fallo favorable.




