- Emilio Campos arregla bicicletas “oficialmente” desde hace 14 años. A dicha formalidad se la brindó la apertura de su local, ya que aclara: “Desde que tengo memoria arreglo bicicletas, comencé en el fondo de mi casa. Aprendí solo, debe estar en los genes porque desde chiquito me han llamado la atención las bicicletas. Cuando me di cuenta de que podía sacar una ventaja de esto, abrí el negocio”. A pesar de que no le permite darse grandes lujos, Emilio comenta que “gracias a Dios el negocio marcha, al menos atiendo a la gente del barrio”. Además, su oficio le abre la puerta a una de sus actividades preferidas: recuperar bicis viejas y coleccionarlas.




