El siniestro se desató en las primeras horas de la noche de ayer y consumió el depósito de telas de la firma Limansky S.A., cuya planta se encuentra a la vera de la ruta nacional Nº 34, dentro del ejido urbano de Rafaela.
Para sofocar las llamas fueron necesarios camiones hidrantes del destacamento de Bomberos Zapadores de la ciudad y varias unidades de las localidades de Sunchales, San Francisco y Pilar.
Los bomberos debieron combatir sin respiro el fuego por espacio de casi 5 horas para lograr su extinción total, y en muchos momentos la situación pareció descontrolarse, provocando pánico en el vecindario y curiosos que, en gran número, se dieron cita en el lugar.
Cerca de las 23, cuando parecía que las llamas amainaban, imprevistamente se extendieron hacia el sector de maquinarias cobrando mayor fuerza, al tiempo que se sentían fuertes explosiones en el interior del depósito.
El trabajo de las fuerzas encargadas de sofocar el fuego y el aporte del personal de la empresa impidieron que las llamas se propagaran hacia la parte posterior del taller donde se almacena la espuma de poliuretano, material altamente inflamable y tóxico, que hubiera provocado pérdidas de mayor magnitud.
Pasada la medianoche, se temió por la caída del techo del taller y hasta un derrumbe de la estructura por lo que se adoptaron las medidas precautorias en las construcciones linderas.
Detalles de la zona afectada
El galpón arrasado por las llamas, que fuera recientemente remozado y reinaugurado, hace tres meses, junto a la sede administrativa de la empresa, tiene una superficie de 15.000 m2 cubiertos.
La capacidad de producción de la planta es de 250 toneladas de espuma de poliuretano y 50.000 colchones por mes; además de varios miles de almohadas, sábanas, acolchados y otros accesorios para el descanso, bajo las marcas Inducol y King Koil. La firma, de capitales rafaelinos, está a punto de cumplir el primer medio siglo de vida y emplea a 592 personas
En la actualidad Limansky S.A. es una empresa líder del sector, ocupando el 15% del mercado del descanso con una red de sucursales y agencias en Buenos Aires y el interior de nuestro país, además de poseer una planta fabril y sucursal comercial en Brasil.
La suerte quiso que al momento en que se desató el fuego, el personal de planta ya había abandonado sus tareas, por lo que no hubo que lamentar pérdidas humanas, aunque se especula que son millonarias las económicas.
Hasta las primeras horas de esta mañana, los bomberos seguían removiendo los restos para asegurar la extinción total de las brasas y evitar que se reavive. Algunas fuentes consultadas indicaron que las llamas podrían tener origen en un desperfecto del ascensor del sector de telas, lo que habría ocasionado un corto circuito.






