Los pasajeros de una motocicleta son mucho más vulnerables ante la eventualidad de un siniestro, ya que cuentan con una mínima protección en el caso de un choque. Hay estudios que demuestran que a igualdad de velocidades de impacto sobre la motocicleta se registran 7 veces más lesiones que con un auto.
En este contexto, la utilización del casco reglamentario, más allá de ser obligatoria, es la única protección posible para minimizar los riesgos de lesiones. Previene un 67 % las lesiones cerebrales y reduce un 36 % las posibilidades de muerte en un siniestro vial.
Entre 2006 y 2009, del total de lesionados graves en siniestros viales, el 36,3 % corresponde a los conductores de motociclistas y los acompañantes de motociclistas alcanzan el 7,7 %, del total de lesiones de tránsito; los jóvenes de 18 a 30 años se llevan casi la mitad de la torta (49,1 %).
Esto es posible modificarlo si logramos implementar un cambio cultural, en el que la utilización del casco como del resto de los dispositivos de seguridad, sea interpretado no sólo como una obligación sino como una necesidad para impedir o minimizar las consecuencias de los siniestros viales. Por esta razón, desde Cesvi consideramos que para modificar esta cultura de inseguridad vial, se deben implementar acciones y medidas que contemplen tanto la concientización y la educación, como también el control y la sanción.
En este sentido, el Poder Judicial debe actuar en consecuencia, ya que medidas que van en contra de la seguridad vial son un enorme retroceso a todo el trabajo que se está haciendo desde el punto de vista de la prevención.
Asimismo, el hecho de circular sin casco puede generar prejuicios al resto de la comunidad ya sea porque, en un siniestro, el tercero involucrado puede sufrir mayores consecuencias civiles y/o penales por la gravedad de las lesiones producto del no uso del casco, como así también porque la salud pública debería atender a un paciente que de haber usado la adecuada protección no hubiera alcanzado altos niveles de lesividad.
En la legislación de tránsito vigente, el uso del casco es obligatorio, por este motivo no viola los derechos individuales de las personas, sino por el contrario cualquier motociclista que asume el compromiso de conocer y respetar las normas de tránsito, está asumiendo el compromiso de proteger tanto su vida como la de los demás.





