Las elecciones en Chile se iniciaron hoy a las 7 locales (10 GMT) para elegir al sucesor del presidente Ricardo Lagos entre los candidatos Michelle Bachelet, Sebastián Piñera, Joaquín Lavín y Tomás Hirsch, además de renovar parte del Congreso. Cerca de 33.000 mesas están habilitadas durante las siguientes nueve horas para que voten 8,2 millones de personas inscritas para emitir su voto. La socialista Michelle Bachelet llega a esta jornada con una intención de voto de 40%, mientras que, según las encuestas, los derechistas Joaquín Lavín y Sebastián Piñera reciben un 20% de las simpatías cada uno, y el izquierdista Tomás Hirsch acapara un 7% de las preferencias. En caso de que ningún candidato obtenga un 50% de votos, se realizará una segunda vuelta el 15 de enero entre los dos candidatos más votados. En la elección parlamentaria se elegirán 20 de los 38 senadores y la totalidad de los 120 miembros de la Cámara de Diputados (baja). En Chile el voto es obligatorio para los ciudadanos registrados en las listas electorales, pero tres de cada cuatro jóvenes entre los 18 y los 29 años no participarán por la indiferencia que la política les produce, según los sondeos previos. El ganador de la contienda se convertirá en el cuarto presidente de Chile después del final de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). La Concertación, una coalición de partidos de centro e izquierda han dominado desde entonces: Patricio Aylwin encabezó la transición, seguido por Eduardo Frei y el actual mandatario, Ricardo Lagos, quien dejará su cargo el próximo 11 de marzo. El reto de la derecha en esta elección será terminar con 16 años de gobiernos de la Concertación, aunque las encuestas señalan que en una eventual segunda vuelta, Bachelet -ex ministra de Defensa de Lagos- derrotará a cualquiera de los candidatos que enfrente. La elección parlamentaria chilena tiene características históricas pues por primera vez se elegirá un Congreso que desde el retorno a la democracia quedará compuesto exclusivamente por senadores elegidos en votación popular. En septiembre pasado Chile aprobó una reforma a la Constitución que eliminó los congresistas designados (entre los cuales cuatro miembros de las Fuerzas Armadas) y los senadores vitalicios, un sistema heredado de la dictadura de Pinochet. El ex dictador, hoy con 90 años, no solamente ha perdido todo protagonismo en la vida política chilena sino que no podrá votar ya que se encuentra bajo arresto desde hace tres semanas por dos juicios en marcha, uno por violación a los derechos humanos y otro por fraude tributario. AFP




