Bergoglio, un hombre servicial. Nino recuerda el paso del ahora Papa Francisco por el colegio. Dice que “como todo jesuita, ya por entonces tenía mucha humildad y vocación de servicio”.
Bien podría decirse que Nino es una institución dentro de otra institución. Desde hace décadas que forma parte de la familia del Colegio Inmaculada. Todos lo adoran y dicen que “nadie sabe más sobre el colegio que él”.
Bergoglio, un hombre servicial. Nino recuerda el paso del ahora Papa Francisco por el colegio. Dice que “como todo jesuita, ya por entonces tenía mucha humildad y vocación de servicio”.
Para todo tiene respuestas y todo lo sabe. Es que Bernardino se ha convertido con los años en parte sustancial de la historia de esta institución.
Respetado por los alumnos y recordado con enorme afecto por los ex alumnos, Nino -como se lo conoce dentro del colegio- comenzó a trabajar en Inmaculada en el año 1957.
Por aquella época, estaba encargado de colaborar en la despensa y en el comedor. Recibía la mercadería así como también acercaba el almuerzo y la cena a los curas de la institución.
Cuenta que, en sus muchos años dentro de Inmaculada, tuvo la oportunidad de conocer a Jorge Bergoglio, aunque “no tuvieron mucho contacto”. Sí lo recuerda como “un ser humano servicial y de mucha humildad: las características típicas de un jesuita”, explica Nino.
Lo esencial y lo efímero
“Inmaculada para mí es mi vida entera. Desde los 16 años aprendí en este lugar todo lo que soy. Si no me hubiese gustado no me hubiese quedado”, cuenta.
Y en esa larga vida, Nino presenció muchas etapas diferentes dentro de la institución. “Hasta el ‘72 el colegio fue de una manera, luego todo cambió. Y hoy la formación es otra, los chicos son distintos”, explica.
Sin embargo, el eje educativo del Colegio Inmaculada siempre es el mismo. “Para la compañía lo fundamental es la formación de los alumnos, acompañarlos e intentar corregir muchas cosas de la vida de los chicos, siempre pensando al colegio sólo como un complemento de lo que se aprende en la casa”, aclara Nino.
“Ahora educar a los chicos constituye un reto mayor. Si no hay formación en la casa la educación se dificulta”, señala.
Una a una, todas nuestras inquietudes son respondidas por Nino, quien se mueve como si fuese parte de la misma médula del colegio. Ya sea caminando por sus pasillos, saludando afectuosamente a los alumnos en los patios, o sentado solo en un banquito frente a la puerta de la institución, este hombre vive y respira por su querida Inmaculada.
Un camino hacia Francisco
Una estrecha cama. Muebles de época. Una pila de libros en un escritorio y un uniforme colgado de una percha. Al ingresar a la muestra itinerante del Museo del Colegio Inmaculada -que hoy ya no está pero más adelante podría ser restituida- viajamos en el tiempo y nos trasladamos a la época en la que Jorge Bergoglio formó parte del cuerpo docente de esta institución. Es que durante dos años, Jorge Bergoglio enseñó Literatura en las aulas del Colegio Inmaculada. Y ésa es justamente la finalidad de “De Jorge a Francisco”, introducir en el recorrido de vida de una persona que pasó de ser un hombre cualquiera a la máxima autoridad de la Iglesia Católica. José Pablo Rafaniello, guía encargado del museo, comenta que “la muestra es una invitación a conocer parte de la historia de nuestro actual pontífice, muy especialmente en su relación con la ciudad de Santa Fe y el Colegio Inmaculada”. Y la relación de quien hoy es Papa ciertamente dejó una intensa huella dentro de los muros de la Inmaculada. Bergoglio fue maestrillo y profesor de Literatura en los años 1964 y 1965. Y en la muestra se intenta reflejar estos años mediante una combinación de fotografías y mobiliarios, de modo que cualquier persona que ingrese pueda comprender cómo era la vida de Francisco por aquella época en el Colegio Inmaculada. Sobre la relación de los ex alumnos con Bergoglio, José comenta que éstos “no sólo lo resaltan desde el conocimiento que transmitió sino que también lo recuerdan como un hombre muy cálido y de profundo cariño hacia quienes lo conocieron”. Fieles al Papa Desde el museo se califica a la muestra sobre Francisco como un verdadero éxito. Se estima que miles de personas la han visitado y que generó picos durante Semana Santa que alcanzaron las 150 visitas por día. Según José, las reacciones de las personas que se acercan a la muestra son diversas, “aunque todas tienen en común que son de interés. La gente se siente atraída hacia la historia del Papa, están muy encariñados con él”.
El dato 32 años
El dato Sólo varones
El misterio de los túneles
En nuestra ciudad. Jorge Bergoglio fue maestrillo y profesor de Literatura en la Inmaculada en los años 1964 y 1965.
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