El psicólogo Jorge Corsi quedó hoy procesado con prisión preventiva por presunto "estupro con acceso carnal", en el marco de la causa en la que se lo investiga como integrante de una red que se dedicaba a captar adolescentes y jóvenes para someterlos sexualmente.
Junto a Corsi, la jueza de instrucción María Fontbona de Pombo, a cargo de la causa, resolvió que Marcelo Rocca Clement, Agustín López Vidal y Augusto Correal, también quedaran detenidos y procesados por la misma acusación.
Sobre el final de la feria judicial de invierno, la jueza firmó esta noche la resolución de cientos de fojas en la que determinó que había suficientemente elementos para que, en esta etapa, Corsi sea procesado como responsable de los delitos que lo acusaron.
Fuentes allegadas a la defensa de los imputados se mostraron molesta por la supuesta falta de pruebas de la causa y cuestionaron que "metieran a todos en la misma bolsa, como si todos fueron lo mismo".
La jueza Fontbona de Pombo se basó para la decisión en los informes de la cámara Gesell, en los que constaba el testimonio del adolescente denunciante.
Según pudo saber DyN, los peritos que revisaron al menor no fueron concluyentes a la hora de establecer si se había producido una penetración, a raíz de lo cual la jueza descartó la imputación del delito de violación.
Justamente, a contrarreloj de la definición de su situación procesal, Corsi -detenido desde el 24 de julio último- declaró el miércoles último para rechazar las acusaciones en su contra: negó pertenecer a la red de pederastia, admitió conocer al resto de los imputados a los que definió como un ¿grupo de amigos" y consideró que el menor que lo acusó de haberlo violado habría sido "fantasioso".
De los cuatro, sólo uno, Marcelo Rocca Clement, persistió en su negativa a declarar, puesto que los otros, Agustín López Vidal, de 21 años, y Augusto Correal, negaron haber participado en fiestas sexuales, pero reconocieron otras circunstancias de los hechos que se les imputan.
La investigación dejó al descubierto una presunta red que captaba a menores de edad en cibercafés porteños y mediante un mecanismo de exhibición de material pornográfico terminaba involucrándolos en fiestas sexuales en las que eran violados.
Las relaciones sexuales que los menores de edad mantenían con la supuesta red de pederastas eran, según la hipótesis que maneja la Justicia, subidas a Internet y distribuidas entre un grupo cerrado de interesados.
Corsi era reconocido como una de las máximas autoridades académicas en violencia doméstica, además de ser profesor de la UBA y autor de media docena de libros de texto.
El escándalo saltó a la luz el 23 de julio ultimo, cuando la policía realizó una serie de allanamientos para detener a una red de supuestos pederastas que atraían a sus víctimas en locales de comidas rápidas, cyber y matines de distintos boliches y luego les regalaban indumentarias deportivas, teléfonos celulares o reproductores de MP3 y de esa manera los convencían a participar de las reuniones sexuales.
Pero el caso cobró aún más repercusión cuando uno de los detenidos era Corsi, un prestigioso catedrático y licenciado en psicología especializado en violencia familiar y abuso de menores.
La investigación de Delitos Contra Menores comenzó en mayo del año pasado con la denuncia de un adolescente que dijo haber sido víctima de un abuso en un departamento donde lo sometieron a distintas prácticas sexuales.
La causa recayó en la fiscalía de Martín Niklison que logró determinar los sospechosos usaban a dos "boy lovers", jóvenes veinteañeros que se dedicaban a recorrer los cíber, locales de comidas rápidas y boliches, donde ponían especial atención en los menores de edad con los que entablaban conversación y de a poco los convencían a seguir una relación amistosa.
Según detallaron los informantes, los acusados trataban de detectar a jóvenes que estuviesen mirando páginas pornográficas en los cíber, a quienes luego les ofrecían seguir viendo las web en sus domicilios, "sin filtros y con la tranquilidad de una casa".
Luego los sujetos les regalaban a los jóvenes distintos elementos como ropa deportiva y pequeños electrodomésticos para atraerlos aún más, hasta que finalmente los conocía el resto de la banda y eran sometidos a las fiestas sexuales.
DYN




